El quemador es un elemento fundamental de la caldera, cuya función es mezclar el combustible con el aire para generar la llama que hace iniciar la combustión. El quemador permite también regular la llama según las necesidades de la caldera, que pueden ser cambiantes, y cuenta con dispositivos de control que aseguran la correcta mezcla entre combustible y aire, de forma que se garantice el rendimiento óptimo de la caldera.
Un quemador industrial debe realizar la composición de aire y gas en las proporciones adecuadas y mantenerlas constantes. En función de su potencia se clasifican entre comerciales e industriales. Los quemadores de entre 25.000 y 150.000 kcal/h se consideran modelos comerciales, mientras que aquellos que sobrepasan las 150.000 kcal/h están clasificados como quemadores para calderas industriales.
En función del combustible que utilizan, se dividen en tres tipos, líquidos, gaseosos o mixtos.
- Combustible líquido (gasoil): una bomba de gasóleo somete el combustible líquido a una presión elevada y lo introduce por un pequeño orificio, consiguiendo así que el combustible se pulverice. El gasoil se divide en centenares de gotas, que se mezclan con el aire y arden cuando los electrodos producen una descarga eléctrica. De esta forma se genera una llama controlada.
- Combustible gaseoso (los más habituales son gas natural, butano o propano): El gas se introduce mezclado con el aire y la ignición se produce mediante una chispa. En este tipo de quemador son imprescindibles dispositivos de seguridad que eviten fugas, debido a la facilidad de combustión del gas en condiciones ambientales.
Los quemadores cuentan con sistemas que permiten ajustar la llama mediante la regulación del nivel de combustible y aire que entra en el sistema. En este sentido, existen dos tipos de quemadores:
- Por etapas: regula el nivel de la llama controlando la cantidad de combustible. El más habitual es del de tres etapas: Todo, Medio o Nada, aunque existen también de cuatro etapas.
-Modulante: este quemador regula la potencia de la llama mediante un sistema electrónico en base a la información que recibe de una sonda de temperatura situada en el sistema de calefacción.
Los quemadores industriales están dotados de sistemas de control que permiten adaptar su rendimiento a las necesidades de demanda real, consiguiendo así importantes ahorros en el uso de combustible.
Estas son las partes principales de un quemador industrial, aunque variarán en función de si estamos hablando de un quemador de gas o de gasoil. Actualmente, los quemadores cuentan con sistemas digitales que permiten obtener información sobre las variables que condicionan la combustión y controlan el correcto funcionamiento de todo el proceso.