En este artículo te vamos a explicar cómo desbloquear un regulador de gas natural en pocos pasos sencillos. También estaremos hablando muchos detalles interesantes sobre qué es y qué función cumple un regulador de gas natural, así como sobre algunas maneras de usarlo correctamente. Al final te presentaremos una sección de preguntas frecuentes, que te será útil si tienes este problema en tu instalación de gas.
Un regulador de gas natural es un dispositivo metálico que descomprime el gas natural, con el objetivo de otorgarle una presión adecuada para uso de aparatos domésticos (calderas, calentadores, calderas mixtas, estufas, cocinas o fogones, herramientas de taller, piscinas con calefacción, etc.)
Los gases de uso doméstico (gas natural o GN y gas licuado de petróleo o GLP), como su nombre indica, son gaseosos a temperatura ambiente. Esto significa que, para envasarlos y transportarlos, primero hay que someterlos a presión y comprimirlos. Esto significa que cuando el gas llega a la casa, siempre tiene una presión mayor que la que realmente necesitan los aparatos que van a utilizarlo.
Por eso es que, en el momento en que el usuario final vaya a utilizar el gas en un aparato, el regulador debe reducir la presión hasta conferirle al gas la presión adecuada. De otro modo, la presión del gas sería excesiva, y provocaría llamas grandes, fugas, roturas de aparatos y posibles accidentes.
El regulador para gas natural (que se coloca al final de la instalación de gas) siempre es diferente del regulador para gas licuado de petróleo (que se coloca en la salida del depósito). La diferencia básica entre los reguladores de gas estriba en la diferencia de presión con la que se licúan los tipos de gases para envasarlos o transportarlos mediante buques o gasoductos.
El gas natural para uso doméstico suele necesitar un regulador de 22 mbar, mientras que el GLP (que con frecuencia es una mezcla de butano y propano) necesita un regulador de unos 50 mbar, que es apto tanto para butano como para propano. No obstante, el butano y el propano se venden también por separado, y en estos casos el regulador de butano es de 28 a 30 mbar, y el de propano es de 37 mbar.
Siempre que se use el regulador específico para cada tipo de gas, el combustible llegará al quemador con la presión correcta para la combustión. Esto quiere decir que jamás se debe conectar un aparato a una toma de gas (sea natural o licuado de petróleo) sin que medie un regulador adecuado. La instalación de gas natural puede variar de una casa a la otra, en función de cuantos aparatos se van a servir del gas. Pero el regulador siempre tiene que utilizarse.
Ha llegado el momento de hablar sobre cómo desbloquear un regulador de gas. En ciertos momentos un regulador de gas se puede bloquear. Esto provoca que el gas no salga en suficiente cantidad como para mantener encendido el quemador del aparato. Así que si notas que tu aparato de gas no enciende o se apaga antes de tiempo, uno de los motivos para ello puede ser que el regulador esté bloqueado o que sea inadecuado para el tipo de gas.
Un regulador de gas contiene un mecanismo que incluye muelle, diafragma o membranas y obturadores. La capacidad de resiliencia de estos componentes permite el tarado específico del regulador de gas. Pero si se bloquean por cualquier motivo, el regulador no puede funcionar bien. El regulador puede bloquearse por:
Si ya te has preguntado cómo desbloquear un regulador de gas natural, puedes seguir estos pocos pasos:
No obstante, si no logras desbloquear el regulador de gas natural, siempre tienes la opción de reemplazarlo completo por un buen repuesto.
La presión de un regulador de gas normalmente se debe dejar tal como viene de fábrica. El motivo de esto es que sus parámetros de fábrica serán los que están indicados en su chapa identificatoria. No obstante, a veces se puede requerir cambiar la presión de un regulador de gas (por ejemplo, para cambiar el tipo de gas que utiliza). En estos casos, se debe cambiar también los parámetros de la chapa, para evitar confusiones.
¿Cómo aumentar la presión del gas natural? Para regular la presión de un regulador de gas (en casos de reguladores normales), se debe proceder a quitar el tapón del resorte (A en el esquema) y girar el empuja resorte (B) que se encuentra dentro. Girando en el sentido de las manecillas del reloj se aumenta la presión, y en sentido antihorario se reduce la presión.
En caso de reguladores de alta presión, no existe tapón de resorte, sino un tornillo (C) que se maneja desde afuera: en sentido horario aumenta la presión y en sentido antihorario la reduce.
Es importante consultar el manual de fábrica de tu regulador de gas, ya que según la marca y según el modelo, la función del giro puede variar, y el sentido horario puede reducir la presión y viceversa.
NOTA: Si se va a aumentar la presión del regulador de gas, es importante tomar en cuenta la posible existencia de componentes de seguridad (tales como como válvulas de alivio o sobrepresión, bloqueo o presostatos), ya que estos van a actuar en caso de que el ajuste del regulador supere la presión de tarado de fábrica. En estos casos, el equipo de gas no podrá funcionar correctamente. Reiteramos que al ajustar la presión del regulador de gas hasta llevarlo hasta tarados distintos del que trajo de fábrica, también debe modificarse o reemplazarse la chapa identificatoria, de modo que cumpla con los nuevos parámetros y con la normativa vigente para componentes reguladores de gas.
A un regulador de gas se le dan aproximadamente 10 años de vida útil. Luego de transcurrido este tiempo, lo mejor es reemplazarlo. No obstante, se recomienda revisarlo anualmente para comprobar su estado. Cada 3 años se debe reemplazar los sellos dinámicos y controlar los diafragmas, y cada 5 años se debe sustituir tanto todos los sellos como los diafragmas.
También el tiempo de reemplazo se debe medir según el uso que se le dé al regulador y a la instalación de gas. Puede que un regulador que reciba mucho uso requiera un reemplazo en menos de 10 años, o de lo contrario traerá problemas de funcionamiento al quemador (se puede apagar a intervalos), y puede que produzca cambios en la factura del gas.
Por otra parte, como hemos visto más arriba, cada tipo de gas (sea gas natural o licuado del petróleo), se comprime con un factor de presión distinto, para poder licuarlo, envasarlo, transportarlo, y finalmente utilizarlo sin peligro en las instalaciones. Así pues, para que el usuario final puede servirse del gas, hará falta el regulador adecuado, que otorgue al gas la presión de salida que requiere.
Desde este punto de vista, otro motivo para reemplazar el regulador de gas es cuando el que tenemos no se corresponde con el tipo de gas que utilizamos. Es importante colocar el regulador adecuado, para así evitar fugas y accidentes. Hay reguladores que funcionan para varios tipos de gas, pero eso debes verlo con tu proveedor de piezas de repuesto.