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Consecuencias de no operar con seguridad al manipular una caldera industrial

Escrito por Distribuciones Suner | 30/04/20 11:28

Las calderas son recipientes sometidos a presión que generan vapor a partir del uso de combustibles como el gas, el petróleo, el diésel o el carbón. Su manipulación conlleva ciertos riesgos, por ello, los trabajos de mantenimiento, reparación y transformación de una caldera industrial deben realizarse siempre bajo estrictas medidas de seguridad. De lo contrario, se pueden dar averías o paradas y, lo más importante, se puede poner en riesgo la salud de los profesionales.

Averías derivadas de incrustaciones y corrosión

En los tubos y placas pueden acumularse incrustaciones que impiden la transmisión del calor, generando un recalentamiento localizado que, a la larga, producirá grietas en el material. Además, el hollín depositado en tubos y paredes de la caldera puede generar también un efecto corrosivo.

Este tipo de averías pueden tener serias consecuencias en el funcionamiento de la caldera, provocando paradas y riesgos de seguridad. Por ello, es importante controlar la dureza del agua de alimentación y realizar limpiezas mecánicas y químicas antes de la puesta en marcha del equipo para eliminar incrustaciones o depósitos.

Sobrepresión de la calderas

Las instalaciones de calderas industriales están diseñadas para resistir una presión predeterminada y cuentan con dispositivos de seguridad que protegen al sistema cuando se rebasan los límites establecidos. Aún así, existen situaciones y actuaciones incorrectas que pueden conllevar riesgos por sobrepresión de la caldera. Los más habituales son:

- Cierre inadvertido de las válvulas de entrada y salida debido a una equivocación en la operación.

- Funcionamiento defectuoso de las válvulas.

- Fallo en el dispositivo de control automático.

- Rotura de uno o varios tubos conductores.

Para evitarlo, las medidas de seguridad consisten en el mantenimiento preventivo de las válvulas y del dispositivo de control automático, así como la limpieza periódica de los tubos conductores del fluido térmico para evitar corrosiones y daños.

Quemaduras y exposición a altas temperaturas

 El riesgo de quemadura es uno de los más habituales en la manipulación de calderas industriales, puesto que las tuberías y recipientes están a temperaturas muy altas. Para evitar este tipo de accidentes, las tuberías deben estar aisladas y los escapes de vapor han de estar situados en zonas no transitadas por el personal.

Como medidas de seguridad, los técnicos de mantenimiento deben emplear siempre equipos de protección individual para trabajos en caliente. Además, es importante esperar al enfriamiento total de la caldera antes de realizar la limpieza y ventilar el área de manera permanente para evitar no solo las quemaduras sino también la exposición excesiva al calor.

Intoxicaciones por gases

Antes de realizar las labores de limpieza de una caldera industrial es necesario llevar a cabo ciertas medidas de seguridad para proteger al profesional frente a la inhalación de gases o partículas que puedan resultar tóxicas.

Cuando se utilizan productos químicos anticorrosivos, el trabajador debe contar con equipos de protección personal que eviten la inhalación o contacto directo, como mascarillas, gafas protectoras y guantes. Todo el espacio debe estar bien ventilado para evacuar posibles vapores tóxicos y el polvo que se produzca en las labores de limpieza ha de ser retirado mediante aspiración, con el fin de evitar la acumulación de atmósferas contaminadas.

Si la caldera industrial es de grandes dimensiones y el trabajador ha de entrar en su interior para realizar el mantenimiento y la limpieza, es necesario extremar las precauciones, siguiendo las indicaciones para el trabajo en espacios confinados. Esto incluye el uso de equipos para el trabajo en altura y trajes especiales en función de los productos que deba utilizar.

Riesgo de explosión

Todas las calderas industriales están equipadas con sistemas de seguridad especialmente enfocados a evitar situaciones de alto riesgo como una explosión por fuga de gas o combustión de los materiales inflamables. Aún así, siempre se deben llevar a cabo medidas de prevención para evitar estas situaciones. Estas son las más esenciales a tener en cuenta:

- Un seguimiento estricto de las instrucciones del fabricante por parte del operario.

- Verificación periódica de todos los dispositivos de seguridad.

- Mantenimiento preventivo de toda la instalación industrial.

- Inspección periódica de las válvulas automáticas y manuales de alimentación del combustible.

- Eliminación de cualquier fuente de ignición en el cuarto de caldera.

- Correcta ventilación que asegure el flujo de aire limpio.

- Almacenamiento del combustible siguiendo las normativas de seguridad, en recipientes claramente identificados y accesibles solo a personal autorizado. 

La manipulación de una caldera industrial debe realizarse siempre siguiendo todas las medidas de seguridad y solo por profesionales capacitados con la experiencia suficiente. Planificar de forma adecuada la tarea, asegurar el área de trabajo y utilizar el equipamiento adecuado en función de las labores son claves para garantizar que el mantenimiento se realiza de forma segura y eficiente.