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Motivos por los que deberías realizar lavados químicos en las calderas industriales

Escrito por Distribuciones Suner | 13/11/19 9:15

Los procedimientos que se llevan a cabo para la limpieza química de las calderas industriales tienen como objetivo principal eliminar toda la suciedad, depósitos e incrustaciones que se van acumulando en el sistema a lo largo del tiempo. Estas acciones son imprescindibles de cara a prevenir incidencias y realizar un correcto mantenimiento de la caldera y el quemador industrial.

 

No existe un solo método para realizar las tareas de limpieza química de las calderas, puesto que la estrategia a utilizar dependerá de diversos factores relacionados con el modelo y el uso del sistema. En todo caso, la limpieza química de calderas es un proceso necesario para establecer las condiciones de las superficies internas de forma previa al arranque, mediante la limpieza pre-operacional y restablecer las condiciones de superficie después de un periodo de operación, a través de la limpieza post-operacional.

La limpieza de las calderas industriales puede realizarse de varias formas. En circuitos cerrados se utiliza un fluido limpiador, como puede ser un ácido, para su circulación interna de cara a eliminar el óxido. Los procedimientos de limpieza pueden consistir también en la inmersión en un baño, especialmente en el caso de piezas pequeñas, o en la vaporización de la superficie de la caldera para quitar las incrustaciones e impurezas que se hayan podido acumular con el paso del tiempo. Existen varios motivos por los cuales es muy importante llevar a cabo lavados químicos en estos equipos industriales.

Prolonga la vida de la caldera

Las labores de limpieza química están dirigidas a reducir y evitar problemas relacionados con el mantenimiento de la caldera y el quemador industrial, como son la formación de incrustaciones, la corrosión y los arrastres.

 Las incrustaciones que se acumulan en las tuberías generan un importante incremento de la corrosión en los puntos de adherencia, picando las tuberías y aumentando así el riesgo de que se originen fugas. Además, las incrustaciones disminuyen la transferencia de calor y provocan un recalentamiento del metal. Por ello, si no se llevan a cabo los procedimientos de limpieza química que eviten la acumulación de incrustaciones y la corrosión de las tuberías, inevitablemente se reducirá la vida útil del equipo.

Mejora el rendimiento de todo el sistema

La limpieza mediante procedimientos químicos optimizará el rendimiento del equipo, puesto que si el diámetro de la tubería se reduce debido a los depósitos de incrustaciones, disminuirá el caudal y aumentarán las pérdidas de carga, lo que se traduce en una reducción en el rendimiento de la caldera.

Hay que recordar que la eficiencia de la caldera afecta directamente al consumo de combustible. Cuanto mejor sea la limpieza, obtendremos una superficie más amplia para el intercambio de calor y, por tanto, un mejor rendimiento de la caldera y un menor consumo.

Previene posibles averías y protege el medio ambiente

La suciedad y depósitos en el interior de la caldera provocarán un desgaste acelerado de todo el sistema y, tarde o temprano, eso comportará complicaciones, averías y paradas inesperadas. Si no se realiza un lavado químico, una de las posibles consecuencias es que tengamos que reemplazar todos los tubos que componen la caldera, ya que las incrustaciones y la corrosión provocan un recalentamiento que puede producir grietas en el metal. Esto implicará una importante reducción en los niveles de producción, con los costes económicos que conlleva.  

Por último, es importante destacar que las tuberías pueden estar contaminadas con productos químicos y para su eliminación es necesaria una descontaminación previa. Llevar a cabo un correcto procedimiento en la limpieza química de la caldera industrial evitará la emisión de este material contaminante al medio ambiente.