La combustión es el principio físico por el cual un quemador, en este caso industrial, es capaz de producir altos niveles calóricos. Utilizando casi cualquier combustible líquido o gaseoso, los quemadores industriales ofrecen soluciones para todo tipo de aplicaciones.
La eficiencia de las calderas y quemadores industriales puede medirse a través del método directo, que es la relación entre la energía que se suministra y la que realmente se aprovecha, expresada generalmente en porcentaje.
El método indirecto para determinar pérdidas calóricas, se calcula restándole a 100 esas pérdidas y también la expresamos en porcentaje.
Podemos realizar “tablas de vapor” a partir de los datos que tenemos. Estos son la temperatura del agua de alimentación, la presión a la que se produce el vapor y el consiguiente flujo de éste.
En el fenómeno físico de la combustión se producen reacciones químicas y transformaciones. Estas dependen del tipo de combustible usado y de las condiciones de esa misma combustión.
Cuando el hidrógeno se mezcla con el oxígeno del aire, se forma agua (H2O). El carbón se combina con el oxígeno para formar dióxido de carbono (CO2). En menor medida se usa también el azufre, provocando otras reacciones.
En cualquier caso, la energía liberada generará calor.
Toda esa energía liberada generará calor, por lo que se debe controlar el perfecto equilibrio entre calderas industriales y quemadores. Para la mejor eficiencia del aparato será necesario controlar con la mayor precisión, la cantidad de aire que entra para el proceso de combustión.
Los quemadores industriales ofrecen una gran flexibilidad. Se utilizan en determinados procesos técnicos ya que pueden soportar altas presiones en la cámara de combustión. Por eso se utilizan, entre otras cosas, en las calderas de alto rendimiento.
Actualmente el control digital de la combustión facilita su uso, y a través del sistema remoto (puertos de comunicación BUS) se pueden transmitir datos. Esto permite gestionar a distancia estos sistemas.
También existe un ahorro de energía en las grandes instalaciones de combustión que podemos lograr a través del control de velocidad, variadores de frecuencia para adaptar el soplante a la demanda real, etc. También se obtiene una mejora en el control de la emisión de humos que servirá para consumir menos combustible a través de la consiguiente mejora del rendimiento.
Los quemadores y los dispositivos de regulación tienen un uso de 5 a 10 años. Luego será necesario cambiarlos.
Siendo elementos mecánicos, su vida útil depende de un buen mantenimiento, porque tendrán un desgaste natural y podrían desajustarse.
Y, sin duda, será muy importante recurrir a los repuestos originales de cada marca, para garantizar durabilidad y perfecto ajuste con la instalación existente.
Nuestra distribuidora (www.suner.es) trabaja una extensa línea de quemadores originales de 17 fabricantes diferentes y todos sus repuestos de las marcas de las marcas más relevantes del mercado, ofreciendo alternativas a cada una de las necesidades de nuestros clientes.
Es bien sabido que las normativas son muy exigentes y los fabricantes mantienen esos requisitos, ya que inciden directamente sobre la fiabilidad de sus productos.
Toda pieza original tiene un exacto ajuste con los otros elementos del mismo fabricante y facilita, además, su instalación y buen funcionamiento posterior.
Como distribuidores de las mejores marcas, conocemos perfectamente nuestros productos y sus necesidades de mantenimiento, su durabilidad y, como hemos dicho, la garantía de cada fabricante.
En un mercado altamente competitivo con tecnologías en continuo avance, cada empresario industrial ofrece productos de calidad mejorada. Eso influye también en su durabilidad, a pesar de que se recomienda un mantenimiento permanente, por lo menos una vez cada dos años en las instalaciones nuevas, y de un año en las más antiguas.
La seguridad de los equipos está garantizada con repuestos originales, sobre todo cuando hablamos de quemadores industriales, que son los que participan de manera principal en la producción del calor a través de esos procesos químicos y físicos que ya hemos explicado.
Cuando utilizamos repuestos originales en nuestros quemadores, nos aseguramos de que la producción de calor estará siempre en las mejores condiciones de funcionamiento, lo que supondrá un importante ahorro energético.
Además, esta eficiencia energética será clave después de cada revisión, cuando sea necesario cambiar los elementos que han sufrido desgaste o rotura.
SUNER, en permanente contacto con instaladores y mantenedores, ofrecemos productos originales como bombas de gasóleo, centralitas, electroválvulas, contadores horarios, controles de estanqueidad, etc.
También respetamos todas las normativas más exigentes, y las condiciones de prueba de los valores límites. Todo de acuerdo con la Ordenanza de Mantenimiento de la Pureza del Aire (LRV). Una regulación que nace en Suiza, pero luego se ha trasladado a la normativa europea.
Esta prueba es la mejor garantía de que los quemadores industriales tienen una producción muy baja de sustancias nocivas.
Por otra parte, la durabilidad o vida útil de cada producto está garantizada. Esto es porque cada recambio original está realizado con materiales perdurables que como hemos dicho, cumplen con las normativas más exigentes a nivel de la UE.
Además, su simplicidad en la fabricación, en la mayoría de las marcas, ayuda al mantenedor a colocar las piezas de recambio con más facilidad.
En Suner trabajamos con las más altas tecnologías, aportando seguridad y un desarrollo ambiental sostenible.