Todo lo que debes saber al respecto
¿Cómo funciona una caldera de condensación? Seguro ya te lo has preguntado, porque tienes una en casa o porque últimamente se mencionan mucho. Este tipo de calderas se han vuelto casi una celebridad desde que la Comunidad Europea ha puesto miras en cumplir el plan para reducir notablemente las emisiones contaminantes para 2050. ¿Pero a qué se debe que las calderas de condensación sean las elegidas para lograr una reducción tan drástica de las emisiones? A esta pregunta y a otras estaremos respondiendo en este artículo, así que no dejes de leerlo completo si quieres conocer todas las respuestas. En otras ocasiones hemos hablado acerca de qué es una caldera de condensación, pero la importancia y la actualidad de este tema hacen que lo retomemos y entremos ahora en detalles un poco más técnicos.
Las calderas de condensación se derivan de las calderas estancas pero las superan en eficiencia. Una caldera estanca es aquella que tiene su cámara de combustión herméticamente cerrada con respecto a la habitación en la que está emplazada, por lo que toma el aire para la combustión desde el exterior de la estancia, y también expulsa los humos residuales directamente hacia el exterior.
Las calderas de condensación tienen tecnología estanca, pero a esto añaden una función todavía más provechosa: a diferencia de todas las demás calderas, las de condensación son capaces de aprovechar el calor latente que existe en los gases resultantes de la combustión.
Gracias a este reaprovechamiento, “producen más con menos”, es decir: tienen una eficiencia de combustible que normalmente llega al 90-95 %, y perfectamente va hasta más allá del 105-110 %. Esto hace que sean sumamente eficientes en términos de uso de combustible, y emitan mucho menos gases contaminantes a la atmósfera. Esta es la respuesta de por qué las calderas de condensación se han convertido en la norma hoy en día.
Por ley las instalaciones nuevas de calefacción y agua caliente deben basarse en equipos como mínimo estancos, y preferiblemente calderas de condensación, con estos altos índices de aprovechamiento del combustible y bajos índices de potencial contaminante.
Retomando la pregunta del inicio: ¿Cómo funciona una caldera de condensación? Veámoslo ahora con más detalles técnicos que en el acápite anterior. El funcionamiento de una caldera de condensación se basa en lograr un alto rendimiento de combustible, para lo cual se aprovecha el calor latente de los humos de la combustión (que otros tipos de caldera desechan expulsándolos a la atmósfera, a veces a una temperatura tan elevada como 120 °C).
Es la Directiva 92/42/CEE para Calderas Nuevas de Agua Caliente Alimentadas con Combustibles Líquidos y Gaseosos (y su Transposición y/o desarrollo R.D. 275/1995) la que establece que la caldera es de condensación siempre que sea capaz de condensar una parte considerable de los vapores de agua que se encuentran en los gases de la combustión. Esto no sólo permite un reaprovechamiento del calor, sino que permite que los gases expulsados tengan una temperatura mucho menor a 50 °C, de modo que se evita la contaminación.
El diseño de las calderas de condensación está basado en el proceso de condensación, o sea, en el cambio regresivo de estado de agregación de una sustancia gaseosa (el vapor de la combustión) a un estado líquido, mediante el manejo de la presión y la temperatura de estos gases. En estos gases hay una cantidad de energía calorífica que se denomina “calor latente”, que se recupera precisamente al regresarlos al estado líquido de forma controlada.
Los mayores beneficios de la tecnología de condensación son la eficacia de combustible (una disminución de alrededor del 30 % del consumo de combustible líquido o gaseoso), y una extraordinaria reducción del 70 % de las emisiones de NOx (óxido de nitrógeno) y CO2 (dióxido de carbono). Por lo general, las calderas de condensación clasifican como las más bajas en emisiones de NOx, es decir, lo que según la normalización UNE EN 297/A se cataloga como Clase 5, que es la mejor categoría.
Cabe preguntarse cómo funcionan las calderas de condensación de gasoil, y si su funcionamiento es diferente de una caldera de condensación de gas. Lo cierto es que la tecnología de condensación no tiene que ver directamente con el tipo de combustible que use la caldera, sino más bien con la capacidad de reutilización que el equipo tenga con respecto al calor potencial contenido en los gases resultantes de la combustión. Las calderas de gas y las de gasoil se diferencian en muchos aspectos, pero son similares en cuanto a tecnología de condensación.
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Las nuevas normativas europeas y españolas (ErP [Energy related Products] | ELD [Energy Labelling Directive] | R.I.T.E. [Reglamento de Instalaciones Técnicas en los Edificios]) establecen el uso de calderas de condensación de forma obligatoria en nuevas instalaciones, y sugieren la sustitución de
calderas tradicionales (atmosféricas) por calderas de condensación, o cuando menos por una caldera estanca de bajo NOx. Son las únicas capaces de cumplir con los altos estándares ecológicos de nuestros tiempos.