Las calderas de condensación cada vez se usan más. Y no es por cuestión de moda, sino porque este tipo de caldera es la que menos emisiones contaminantes produce, además de ser la que menor factura de combustible genera. Según las nuevas normativas europeas y españolas, la caldera de condensación se ha convertido en la norma para los fabricantes y los consumidores. Así que bienvenida sea cualquier información que pueda aclarar los detalles de instalación o de uso de este tipo de calefacción. En el presente artículo estaremos respondiendo una pregunta frecuente: ¿Se puede instalar una caldera de condensación en el exterior? Lee hasta el final si quieres enterarte de todo lo que hay que saber sobre este tema.
Dónde instalar una caldera de condensación
Normalmente los fabricantes diseñan sus calderas usando materiales específicos, que pueden ser aptos o no para la intemperie. El manual del fabricante de tu equipo te dirá claramente si puedes instalarlo en interiores o exteriores, O incluso en espacios semi abiertos. Todo esto dependerá del material con que esté fabricado el equipo, pero también del diseño o de los accesorios con que venga acompañado.
Esto no depende tanto del concepto básico de lo que llamamos “caldera de condensación”. Una caldera de condensación, a diferencia de las calderas atmosféricas y a semejanza de las calderas estancas, tiene un diseño según el cual la cámara de combustión está totalmente aislada del exterior. Eso implica que el medio externo no afecta para nada el proceso de combustión, y que no tiene importancia en sí que la caldera se ubique en el exterior o en el interior de la estancia. En esto influye más si el material externo de la caldera o sus componentes y accesorios resisten los rayos ultravioletas o las adversidades del clima.
En principio las normativas generales españolas y europeas no prohíben la instalación de calderas de condensación en exteriores. Eso depende más del fabricante, aunque también hay que tomar en cuenta los estatutos de cada Comunidad Autónoma y de la comunidad de vecinos donde uno viva, empezando por que el emplazamiento exterior de la caldera no afecte a quienes vivan alrededor.
Consejos para la instalación de calderas en exteriores
Una caldera que se pueda emplazar a la intemperie es aquella cuyo diseño tiene previsto no funcionar dentro de salas de calderas. Puede incluir algún tipo de armario, pero básicamente debe ser capaz de permanecer sometida a condiciones climatológicas en exteriores.
No hay gases que contaminen el hogar
Ante todo digamos lo siguiente. Si tu intención de colocar la caldera en el exterior de la casa se debe a los posibles gases contaminantes que pueda emitir el equipo, debes saber que las calderas de condensación son totalmente estancas, es decir, que tienen la cámara de combustión 100% aislada del exterior. Esto significa que no emiten hacia el interior de la casa ningún gas contaminante al combustionar, y que ni siquiera el oxígeno comburente lo toman del espacio donde esté la caldera.
Tanto la salida como la entrada de gases de las calderas de condensación (que son un tipo avanzado de caldera estanca) se realizan mediante tuberías desde el exterior de la casa, y forzadas mediante una turbina interna. Así que no tienes de qué preocuparte. Puedes elegir emplazar la caldera de condensación perfectamente en el interior de la casa, salvo que tus motivos para instalarla en el exterior sean otros.
Si es nueva, tiene que ser de condensación
Las calderas de condensación emiten mucha menos contaminación al medio ambiente, gracias a su alta economía de combustible. Otro punto importante es que una caldera convencional, a través de su chimenea, emite gases que están muy por encima de los 100 °C, mientras que una caldera de condensación aprovecha ese calor para reciclarlo hacia la casa, con lo que se consigue reducir la temperatura de los gases finales emitidos a través de la chimenea a poco más de 40 °C.
Por lo tanto, si vas a instalar desde cero una caldera totalmente nueva, siempre elige una caldera de condensación. Las nuevas normativas establecen que las únicas calderas que cumplen con los altos estándares ecológicos que la situación actual del planeta necesita, son las calderas de condensación. Quien te instale la caldera deberá conocer bien las nuevas normativas. Pero no está de más que las conozcas tú también.
Las nuevas normativas españolas de calefacción se conocen mediante las siglas de R. I. T. E. (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios). Se complementan con las nuevas directivas de la Comunidad Europea acerca de la reducción de emisiones contaminantes. Estas se conocen como ErP (Energy related Products) y ELD (Energy Labelling Directive).
Entraron en vigor desde 2015, y expresan el compromiso de reducir notablemente las emisiones contaminantes para el año 2020. Da clic en estos enlaces si quieres conocer los detalles de las normativas europeas y españolas sobre reducir la emisión contaminante en instalaciones de calefacción:
Elige un equipo apto para exteriores
Si decides emplazar tu caldera en el exterior del hogar, elige un equipo que según el fabricante sea apto para las condiciones climáticas del exterior, tales como rayos UV, vientos, lluvias, nevadas, etcétera. Las calderas aptas para exteriores pueden estar diseñadas con una carcasa especial para ello.
Ocúpate también de proteger las tuberías, para que no se vaya a congelar el agua durante alguna noche especialmente fría si no usan la caldera. Tal vez el equipo venga diseñado ya para eso, con algún tipo de cubierta o kit anticongelante.
Es mejor que las tuberías y accesorios de unión no queden a la vista, y que no estén fabricados en materiales que sufran el desgaste por combustible o por influencia del medio exterior con el cual estén en contacto, o que al menos cuenten con un recubrimiento que los proteja de esto. En el exterior es doblemente importante que las tuberías y uniones garanticen la estanqueidad de la caldera.
Contrata personal técnico para la instalación
Es importante que la caldera en el exterior sea instalada y mantenida por un técnico cualificado, y en especial que conozca bien el tema de instalar calderas a la intemperie. La instalación de una caldera en espacios exteriores no es exactamente igual que en espacios interiores. De una correcta instalación depende el buen funcionamiento del equipo y su mayor durabilidad.
Emplázala lo más cerca posible de la casa
Conviene saber que, aunque el equipo esté emplazado en el exterior, mientras más cerca esté la caldera de la casa, mejor será su rendimiento, así como menor será la disipación de la temperatura a través del sistema de tuberías. Si de ningún modo la caldera se puede instalar cerca de la casa, la lejanía puede compensarse si las tuberías se aíslan con algún material térmico.
Si la caldera está emplazada relativamente lejos de la casa (por sobre los 10 m o más), ubica en la casa misma algunos de los controles de seguridad que te faciliten evitar problemas desde lejos. Por ejemplo, pon a mano un conmutador de encendido y apagado de la caldera, y alguna llave que permita interrumpir el combustible.
Chimenea protegida contra las lluvias
En el momento de instalar una caldera en el exterior, algunas personas lógicamente se preguntan si también a la intemperie una caldera necesita una salida de humos, o si puede dejarse espontáneamente que el humo salga hacia donde salga.
La respuesta es que sí. La caldera en el exterior también necesita una salida de humos. En caso de no tenerla el equipo no funcionará correctamente, se bloquearía y generaría carbonilla. Por eso es que las normativas exigen que las calderas de exterior también tengan salida de humos.
Ya sea en el interior o en el exterior de la casa, el extremo de la salida de humos debe estar protegido para que no le entre agua de lluvia, humedad o alguna otra sustancia. Es conveniente que la salida de humos tenga instalado un deflector que evite la entrada de lluvia o viento. En caso de que no traiga este dispositivo de fábrica, hay que buscar la posibilidad de instalar uno que proteja la salida de gases.
Respeta la normativa para espacios comunes
Si tu casa no cuenta con un patio propio, y la instalación exterior vas a hacerla en un balcón o en algún otro tipo de espacio semiabierto como un patio de edificio, una terraza, etc., debes respetar muy bien las normativas de distancia con respecto al espacio de los demás, especialmente en cuanto a salida de humos y desagüe. Por ejemplo, debe existir una separación mínima de 40 cm entre tú chimenea y cualquier salida al exterior de la vivienda vecina: ventana, balcón o agujero de ventilación.
(Para saber más detalles sobre esto, busca al final nuestro artículo «Normativa para chimeneas de calderas de gasóleo: por un aire limpio».)
Diseño que funcione bien en exteriores
Si vas a mover la instalación de una caldera hacia un espacio exterior comunal asegúrate, de que el ruido del equipo no moleste a los vecinos (sobre todo si el eco o la acústica amplifican el). Además cerciórate de que el diseño de tu caldera le permita funcionar bien en el exterior. Por ejemplo, hay calderas que requieren tener un piloto siempre encendido. Este diseño no es óptimo para exteriores, ya que el aire podría apagar la llama piloto o mover la llama de alguna forma que queme el equipo.
Ponla en un armario o una caseta
A veces el mismo fabricante te dice que la caldera se puede emplazar en el exterior, pero en lugares parcialmente protegidos. Cuando la caldera está especialmente diseñada para exteriores, hay fabricantes que te la entregan con una especie de armario sencillo, que suele incluir agujeros o ventanillas de ventilación ubicados justo donde más la caldera los necesite.
Pero incluso si el fabricante de tu equipo dice que tu caldera es totalmente apta para exteriores, puedes alargar aún más su vida útil si le construyes un armario o una caseta especial, o si al menos la colocas debajo de un alero o en una zona de la casa que no sea totalmente abierta.
Las nuevas normativas establecen que si la caldera está emplazada en el exterior, debe ubicarse dentro de un armario por motivos de protección y seguridad del equipo y del ser humano. En el armario debes incluir una rejilla de ventilación, para evitar que la caldera esté en un espacio 100% cerrado.
Se venden armarios ya hechos que cumplen con estas características, y que incluso se pueden usar en interiores, donde igualmente protegerán la caldera y amortiguarán todo tipo de ruidos. Se fabrican de diferentes metales galvanizados o en plásticos, PVC, madera o ratán.
Suelen ser muebles con buena estética, así que puedes combinarlos con el diseño de tu hogar. No obstante te recomendamos que siempre le des prioridad a la funcionalidad por sobre la estética, y que elijas un mueble que principalmente proteja tu caldera.
Una cerradura bien pensada
Si tu caldera emplazada en el exterior está ubicada en un lugar adonde pueda acceder personal ajeno, sería conveniente que a la caseta o armario le coloques en el exterior una etiqueta que diga "Caldera. No tocar", y que implementes algún tipo de cierre al que sólo tú puedas acceder.
Si la caseta de tu caldera emplazada en el exterior es lo suficientemente grande como para que quepa una persona dentro, hay que cerciorarse de que la cerradura interior sea de muy fácil operación, y que no quede sellada ni siquiera por casualidad. De ningún modo debe caber la posibilidad de que alguien quedé encerrado dentro y no pueda salir, en especial si se trata de niños, que podrían asumir la caseta como un lugar de juegos.
La cerradura debe tener un diseño que garantice que no ocurra nada de esto. Por ejemplo: una cerradura de llave desde afuera, y que desde adentro esa misma cerradura pueda abrirse mediante un picaporte simple o algo semejante.
No la ubiques debajo de árboles
En cualquier caso, si vas a emplazar tu caldera en el exterior, pero no vas a ponerle caseta o armario, el equipo no debería estar ubicado debajo de árboles o arbustos, ya que las hojas de estos pueden caer sobre partes sensibles de la caldera, que podrían hacer combustionar las hojas y bloquear o averiar el equipo, o provocar algo peor.
Si no hay caseta ni armario, en casos de heladas, todos los componentes de la caldera que queden expuestos a la intemperie deberán ser capaces de soportar la temperatura mínima sin que ello provoque daños al sistema. Y lo mismo debe cumplirse en casos de calores extremos, si el sol da directamente sobre el equipo.
Diseña un desagüe adecuado
Uno de los puntos más importantes a la hora de instalar una caldera de condensación, sea en interiores o exteriores, es el diseño del desagüe. Por eso te convendrá emplazarla en un lugar más o menos elevado, aunque sea en el exterior. Esto facilitará que los drenajes funcionen por gravedad, sin necesidad de invertir dinero extra en bombas que hagan ese trabajo. Si el diseño de tu caldera es mural, emplázala en una zona alta de la pared, y si el diseño de tu caldera es de base, incluye un pedestal que la eleve.
(Para saber más detalles sobre esto, busca al final nuestro artículo «Todo sobre el desagüe de la caldera de condensación».)
Instala una sonda exterior
Una de las mayores ventajas de las calderas de condensación es ponerlas a trabajar en combinación con una sonda exterior. Esto promueve menor gasto de energía, menor factura de combustible y menor cantidad de emisiones contaminantes. Por eso, si vas a instalar tu caldera en el exterior, aprovecha su posición para añadir una sonda exterior. Al permitir optimizar al máximo la temperatura de impulsión y retorno, conseguirás condensar más y ahorrar más.
Si además quieres sacarle el máximo partido, conviene tener suelo radiante o sistema de radiadores que funcionen a baja temperatura. Sin embargo, si tus radiadores son normales, aquí otra vez podemos hablar de las ventajas de la sonda exterior. La sonda exterior lo que hace es tomar en cuenta la temperatura de consignación programada en el termostato interior y combinarla con la temperatura del exterior, para regular la temperatura a la cual la caldera mueve el agua que va hacia los radiadores.
Es un proceso muy inteligente. Si por ejemplo, la temperatura exterior está en 20 °C y la temperatura interior está en 20 °C también, entonces no será necesario que el agua del circuito llegue a 60 ó 70 °C, ya que será suficiente con mucho menos. Gracias a la sonda exterior, puedes sacar partido a la caldera de condensación incluso con radiadores normales.
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