EN SOLO 3 PASOS
Al instalar un termostato en una caldera de gasoil obtienes muchas ventajas. Un termostato es una pieza inteligente que abre o cierra automáticamente el circuito eléctrico de la caldera en función de una temperatura de confort programada. Por lo tanto implica un gran ahorro de energía sin renunciar al bienestar. En este artículo te mostraremos paso a paso cómo conectar un termostato a una caldera de gasoil. Además hablaremos de cómo funciona un termostato y dónde es mejor colocarlo, de los tipos de termostatos que existen, y de las tecnologías más avanzadas para el uso inteligente de la calefacción.
Un termostato es un componente termosensible que se conecta al circuito eléctrico de un equipo determinado (en el caso del presente artículo, una caldera de gasoil). Puede usarse tanto para calefacción como para aire acondicionado. ¿Cómo funciona el termostato? Funciona de la siguiente manera, simple pero efectiva:
Asegúrate de usar las herramientas adecuadas para instalar el termostato (y para cualquier tipo de trabajo de instalación de calderas). Así evitas riesgos innecesarios, tales como que la pieza se rompa durante la instalación, o que más adelante deje de funcionar bien o se averíe porque ha quedado mal instalada.
Si sigues bien la metodología de trabajo con piezas de calderas, evitarás errores durante la instalación o la reparación. Si no sabes hacerlo o no tienes suficiente seguridad con instalaciones eléctricas, mejor recurre a un especialista. En todo caso si vas a hacerlo tú, es importante también apagar la caldera antes de instalar el termostato.
Si tenías un termostato antiguo y sólo piensas sustituirlo por uno nuevo digital, todo será más sencillo para ti. Simplemente abre el termostato antiguo, desatornilla los cables, desenchúfalos del equipo (ponles cinta aislante momentáneamente), quita el equipo anterior, coloca el nuevo, enchufa los cables en las posiciones correctas según el manual del fabricante. Y listo. Pero mejor expliquemos todo esto paso a paso.
El termostato inalámbrico se compone de 2 piezas: el termostato propiamente dicho, y la unidad de conexión a la caldera. El trabajo lo haremos en la unidad de conexión a la caldera. Usa un destornillador y presiona la pestaña que hay en la parte inferior de la unidad. Eso la abre.
Dentro encontrarás 2 regletas: una con la nomenclatura NLL y otra con la nomenclatura ABC. A la unidad de conexión debes añadirle un cable de 2 vías que tenga un enchufe. Uno de los hilos del cable (el azul tal vez) atorníllalo a la toma N, y el otro atorníllalo a la toma L del centro. Asegúrate de apretar los tornillos lo suficiente.
En la segunda regleta debemos instalar los cables de control de la caldera que tradicionalmente se utilizan para conectar termostatos (los encuentras al abrir la tapa de la parte inferior de tu caldera). Uno de estos cables colócalo en la ranura A de la regleta, y el otro en la ranura B. Ya puedes cerrar la unidad de conexión y la caldera.
La unidad de conexión debes atornillarla a la pared cerca de la caldera, a unos 30 cm de distancia de ella (pero no la emplaces hasta haber completado la comprobación que veremos en el paso 3). El termostato normalmente tiene 2 modos posibles de emplazamiento: puedes atornillarlo a la pared dentro de la casa, o puedes usarlo en modo de sobremesa.
Conecta la unidad de conexión a la corriente mediante el cable que le pusiste, y además colócale las pilas al termostato (cerciórate de que las pilas estén en la posición correcta). Ahora sigue las instrucciones del manual de fábrica de tu termostato, para vincular el termostato inalámbrico con la unidad de conexión.
Para vincularlos debes usar la combinación de botones que te dé el fabricante (esto cambia con el modelo). No es difícil hacerlo si cumples al pie de la letra las instrucciones del manual. Una vez que hayas logrado vincularlos de forma inalámbrica, ya todo está listo para comprobar si la instalación ha quedado bien.
Enciende el termostato y la unidad de conexión. Pon el termostato en modo manual y selecciona una temperatura superior a la que haya en el ambiente. Pulsa OK. Si todo quedó correctamente instalado, en la unidad de conexión debe encenderse un bombillo verde, y la caldera debe ponerse en marcha. Si ocurre así, has hecho un trabajo excelente.
Ya puedes emplazar la unidad de conexión atornillándola a la pared cerca de la caldera, y también emplazar el termostato en una pared del interior el hogar o sobre la mesa. No te preocupes, que como la conexión es inalámbrica, podrás cambiar de ubicación el termostato cuando lo desees, siempre que sea dentro del rango de la señal de la unidad de conexión.
El lugar ideal para colocar el termostato de la caldera de gasoil es la habitación principal del hogar, es decir, el lugar donde la familia pasa más horas, y por tanto, la estancia que más requerirá el control de la temperatura.
Atorníllalo a la pared a una altura de 1,5 a 1,8 metros con respecto al suelo. Evita que las corrientes de aire afecten directamente al termostato, o no podrá ser eficiente en su trabajo de detectar la temperatura real del interior del hogar.
El tipo de termostato debe elegirse en función de la caldera que se tenga, y la ubicación que se elija para emplazarlo dependerá de las condiciones de cada hogar. Esto facilitará el cumplimiento de las normativas españolas para el funcionamiento de calderas domésticas, y ayudará a la economía de combustible y el ahorro de dinero.
Un termostato inalámbrico es un dispositivo de tecnología digital que nos permite controlar el funcionamiento de la caldera sin necesidad de conexiones mediante cables. Funciona de una manera muy versátil. No está disponible para inmuebles o edificios con calefacción central sino para hogares que cuenten con calefacción propia.
Son muchas las funciones del termostato inalámbrico, ya que permite una programación muy detallada. Por ejemplo, se puede programar para que la calefacción se encienda a una hora seleccionada, o se apague a una hora determinada, o que siempre mantenga la temperatura de la casa a temperatura predeterminada, o que tenga variaciones entre el día y la noche, o (si tiene sensores) puede detectar cuándo hay personas en la estancia y encenderse, o apagarse cuando no hay personas o cuando se abre la ventana.
El termostato inalámbrico se puede manejar con un smartphone usando una de las muchas aplicaciones genéricas que hay para eso, o la que proporcione el fabricante. Son aplicaciones sencillas e intuitivas. Esto facilita el manejo a distancia (incluso desde fuera del hogar). Un uso tan especializado ayuda a economizar la energía y el dinero.
El control de la calefacción mediante termostato requiere que la casa cuente con sistema de calefacción independiente. En calefacciones centrales no puede implementarse. Pero si la condición de calefacción independiente se cumple, el dispositivo termostático facilita mucho la gestión del calor. Básicamente existen 2 tipos de termostato: el mecánico o analógico y el digital.
Se trata de la versión tradicional del termostato, aunque todavía se usa. Su diseño incorpora una rueda giratoria numerada de operación manual. Su función consiste en hacer posible el ajuste de solamente 2 temperaturas: una para durante el día y otra para durante la noche.
El termostato analógico activa y desactiva la calefacción en función de mantener de forma constante la temperatura fijada por el usuario mediante la rueda. Es capaz de detectar la temperatura ambiental del hogar a partir de cambios de calor provocados por el número de personas en la habitación, la influencia del sol, la chimenea, la cocina o el horno.
Esencialmente se trata de un dispositivo de encendido y apagado automático, que activa la caldera en el momento en que detecta una temperatura por debajo de la fijada, y la desactiva cuando dicha temperatura se alcanza o se supera.
Dentro del grupo de termostatos digitales (de diseño y fabricación mucho más contemporáneos que los termostatos analógicos) se incluyen muchos dispositivos con diversos grados de desarrollo tecnológico, que facilitan enormemente el control de la caldera, el confort de los usuarios, y el ahorro de energía. Comentemos algunos de estos termostatos digitales.
Lo que distingue al termostato Wi-Fi programable es su capacidad de conectarse al smartphone y a Internet, para ofrecer servicios mediante GPS y programar el funcionamiento de la caldera a niveles mucho más detallados y eficientes que los que se pueden lograr mediante el uso de un termostato analógico o incluso de un termostato digital pero sin capacidad de conectarse a Internet.
Gracias al termostato Wi-Fi programable puedes, por ejemplo, encender o apagar el equipo estando muy lejos de casa, recibir alarmas o avisos sin estar presente, programarlo para que se encienda automáticamente cuando ya estés cerca de casa o llegando, o se apague cuando te marches, y muchísimas funciones más. A este tipo de termostato se le denomina también cronotermostato.
Se autorregula al trabajar en combinación con sitios web que ofrezcan partes meteorológicos o aporten la temperatura ambiental local exacta en cada momento. Puede funcionar en conjunto con Amazon Alexa, Apple HomeKit o el asistente de Google, además de contar con alarmas sobre el funcionamiento de la caldera.
Lo que distingue a los llamados termostatos modulantes es su capacidad de modificar y alterar la potencia del funcionamiento de la caldera en función de los cambios de la temperatura de la habitación, y no solamente durante el encendido y el apagado. Se rige automáticamente por factores tan sutiles como los cambios en la cantidad de personas en la habitación, si una habitación está vacía o no, si algún equipo electrodoméstico está emitiendo menos o más calor, etc.
Su diseño incluye diferentes tipos de conectividad, capacidades inteligentes, funcionamiento inalámbrico, sistema programable, y demás funciones. Tiene la desventaja de que sólo se puede instalar en calderas modulares, además de que tiene un coste mayor de adquisición e instalación.
Cuando se decide su compra e instalación, resulta ser una inversión conveniente, porque a la larga la eficiencia energética compensa con creces la compra. Los termostatos modulantes se consideran de los más ahorradores.
El termostato con sonda exterior, como su nombre indica, es aquel que emplaza sondas fuera de la casa para funcionar tomando en cuenta también la temperatura del exterior de la estancia y así aumentar todavía más la inteligencia del sistema de calefacción.
Se suele utilizar combinado con el termostato modulante (que comentamos antes). La sonda exterior continuamente y en tiempo real le envía información al termostato modulante sobre la temperatura externa, para que la tome en cuenta al funcionar.
La simbiosis entre el termostato modulante y la sonda exterior es perfecta. Cuando la sonda avisa de un cambio de temperatura ambiental, el termostato modulante envía señales a la caldera para que module gradualmente su potencia y la ajuste a la temperatura de confort programada por el usuario.
Este tipo de termostato se considera una de las tecnologías más avanzadas, y uno de los sistemas de calefacción más económicos en cuanto a gasto de combustible: reduce la factura de electricidad hasta en un 30 %. Su desventaja es que tiene mayor coste de adquisición e instalación.
La función SRA también se relaciona con el termostato modulante, aunque se refiere específicamente al funcionamiento de los parámetros internos de la caldera. La función SRA se activa mediante un botón en el panel de mando de la caldera.
Una vez activada esta función, permite optimizar el rendimiento de la caldera mediante el manejo inteligente de los emisores y el ajuste automático de la temperatura del agua de salida de la caldera, usando para ello la información de la temperatura ambiental que envían el termostato modulante y la sonda exterior.
Al conjunto de la función sinérgica entre la sonda exterior, el termostato modulante y la función SRA interna en la caldera, se le denomina termorregulación modulante. Su funcionamiento eficiente garantiza la temperatura deseada en cada momento, y ayuda a ahorrar energía y dinero.