Las calderas de condensación son famosas por su alta eficiencia de combustible. Pero cuando se trata de calderas de condensación, obviamente el desagüe se convierte en un tema importante, porque siempre el calor reciclado termina por condensarse y convertirse en agua. Acompáñanos en el artículo de hoy, porque estaremos hablando con detalle todo sobre el desagüe de caldera de condensación: cómo funciona, cómo instalarlo, y las más recientes normativas que lo rigen.
En sentido general, existen tres tipos de caldera desde el punto de vista del sistema según el que funcionan:
La caldera de condensación es una de las creaciones más novedosas del sector. Normalmente las calderas tradicionales evacúan una parte importante de su calor latente hacia la atmósfera a través de su sistema de expulsión de humos. Mientras en las calderas convencionales esta energía térmica es desechada, en las calderas de condensación esta energía se recicla, se utiliza, se reinserta en el sistema de calefacción y agua caliente sanitaria.
Una caldera de condensación es una maravilla en términos de eficiencia de combustible. Puede superar fácilmente el 100% de eficiencia (y puede llegar incluso a un 110% de eficiencia de combustible), superando el poco más de 90% de eficiencia que alcanzan las calderas convencionales (estancas y atmosféricas). Esta ventaja de la caldera de condensación se debe precisamente a su capacidad de extraer calor adicional de los gases residuales y condensar el vapor de agua, para aprovechar al máximo el calor latente en el proceso vaporización.
La instalación inicial para una caldera de condensación es un poco más costosa que para una caldera sólo estanca. Pero recuperarás pronto dicha inversión al ahorrar notablemente en factura de combustible de ahí en adelante, además de que estarás reduciendo las emisiones contaminantes de tu hogar.
Pero hay un detalle importante con respecto a las calderas de condensación. Se necesita una clase de desagüe específico para eliminar los condensados que genera este tipo de caldera. Este es un tema que hay que ver con detalle, porque podría afectar el funcionamiento correcto de la caldera.
Cuando la caldera de condensación termina de aprovechar el calor de los humos en su interior, estos se enfrían, se condensan y se transforman en pequeñas gotas de agua. Es por eso que el diseño de este tipo de caldera debe incluir en el interior una bandeja que recoja este calor condensado en agua, la cual se debe ir vaciando en lo sucesivo para que no se desborde.
Hay fuentes que declaran que una caldera de condensación se puede instalar sin desagüe. Pero eso es más bien un mito. No es conveniente instalar una caldera de condensación sin instalar a la vez un tubo de desagüe, o al menos acoplarle un depósito más grande que el que viene de fábrica para recoger el agua producida por el reciclaje de calor. El único modo de evitar esto es tener que vaciar varias veces al día el pequeño depósito que trae la caldera.
Para lograr que la alta eficiencia de combustible y las bajas emisiones contaminantes de las calderas de condensación pasen de ser algo nominal a algo práctico, es importante que el equipo cuente con un desagüe bien instalado y sin ningún tipo de bloqueos. Expulsar correctamente los residuos de condensación forma parte del buen funcionamiento del sistema.
Como ya dijimos, las calderas de condensación suelen traer de fábrica una pequeña bandeja de desagüe. Pero puede llenarse pronto y derramarse con facilidad si no te mantienes al tanto de ella. No es muy buena idea reducir el desagüe de la caldera de condensación a esta pequeña bandeja.
Instalarle a la caldera de condensación un desagüe más grande que el que ella misma trae es incluso una cuestión de comodidad. De no hacerlo vivirás una especie de esclavitud teniendo que vaciar manualmente el vaso demasiado pequeño que de fábrica trae la caldera de condensación.
La cantidad de agua que genera una caldera de condensación puede variar de un caso a otro. Depende del nivel de uso, de la estación, de la temperatura de consignación indicada en el termostato, del área geográfica en que vivas, e incluso del diseño de la caldera que haya hecho el fabricante. De cualquier modo, de manera general, este tipo de caldera en plena marcha debe generar de 1 a 2 litros de agua diaria.
Si usas como desagüe un recipiente lo suficientemente grande, o instalas un tubo directo al desagüe general de la casa, tendrás la comodidad de no tener que descargar el agua manualmente. Pero si usas sólo el pequeño vaso de fábrica de la caldera, tendrás que vaciarlo no menos de 3 veces por día.
Es mejor diseñar el desagüe desde el momento mismo de instalar la caldera de condensación. Lo más inteligente para un buen desagüe de caldera de condensación, es llevar el agua expulsada hasta el desagüe general de la casa. Para esto no se requiere un tubo especial sino cualquiera que se adapte a tal fin y que se corresponda con el diámetro de salida de la caldera.
El diámetro más convencional suele ser de 2 cm, pero según la marca de la caldera, el diámetro podría llegar hasta los 3,5 cm. En esto es mejor guiarse por el manual de uso del fabricante del equipo. La longitud total del tubo dependerá de la distancia entre la caldera y el desagüe al que vayas a conectarla. En caso de no poder contar con una salida independiente para tu propia caldera, ten en cuenta que podrías usar una salida compartida con otra caldera hacia el desagüe. Incluso puedes compartir el desagüe con otro equipo del hogar (por ejemplo, una lavadora).
Un detalle que sí importa es el material de que estén fabricados los tubos y accesorios. El agua que expulsa la caldera no es agua común y corriente. Tiene características ácidas y corrosivas. Así que lo más conveniente es que el tubo sea de PVC. Esto garantiza también una perfecta resistencia a la temperatura del agua y al desgaste por el uso. Es mejor que los accesorios utilizados junto con las tuberías también sean de PVC. No se recomienda utilizar tuberías ni accesorios de cobre o de plomo, a pesar de que tradicionalmente son los que más se han usado.
Si tu caldera está emplazada en un nivel por encima del suelo o en un piso superior, ya tienes un paso de ventaja. El agua se moverá de la caldera al desagüe a través del tubo movida por la fuerza de gravedad, sin que necesites componentes que la muevan (como por ejemplo, una bomba). Pero si tu caldera no está más arriba del nivel del suelo, ni en un piso superior del hogar, será necesario instalar una bomba especial que mueva el agua hacia el desagüe, Específicamente una bomba para condensados.
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La ley establece muy claro no sólo la obligatoriedad de que cada caldera de condensación tenga un desagüe, sino que además traza algunas líneas sobre cómo debe funcionar este. Todo esto se establece en el «Reglamento de las instalaciones térmicas en los edificios», conocido por sus siglas: R. I. T. E. Aquí tienes algunas de las cláusulas que se refieren al desagüe de calderas según el R. I. T. E:
Hay otros puntos que se establecen en esta normativa, que son de nuestro interés en este artículo. Por ejemplo, aunque no se dice explícitamente, en la práctica se obliga a que casi las únicas calderas que deben instalarse son las de condensación. Esto se deriva de los altos parámetros deficiencia de combustible que se exige a los sistemas de calefacción, para cumplir con las nuevas metas de reducción de emisiones contaminantes al medio ambiente.
Se exige a los fabricantes de calderas que sus equipos de calefacción deben tener una eficiencia de combustible superior al 86%, y prácticamente las únicas que pueden cumplir con estos parámetros ecológicos son las calderas de condensación. En este sentido las normativas españolas de calefacción se complementan con las directivas obligatorias de la Comunidad Europea sobre la reducción de emisiones contaminantes (conocidas como ErP [Energy related Products] y ELD [Energy Labelling Directive]).
Da clic en los siguientes enlaces si deseas leer las normativas europeas y españolas sobre instalaciones de calefacción:
Las nuevas normativas europeas a favor de la eficiencia energética entraron en vigor desde septiembre de 2015. Forman parte del paquete de medidas aprobadas por la Unión Europea para comprometerse en la reducción de emisiones de dióxido de carbono para el año 2020.
Estas normativas ya se habían aprobado desde 2009, y el compromiso incluía que luego de un período de adaptación de 6 años, desde 2015 quedó prohibida la fabricación o el uso de equipos de calefacción o depósitos sanitarios que no cumplan con la normativa.
Las dos líneas de acción de la directiva son la ErP (que se ocupa de regular la eficiencia energética y reducir las emisiones contaminantes) y la ELD (que obliga al correcto etiquetado sobre eficiencia energética en los productos del sector, y a que los fabricantes entreguen dicha etiqueta con la documentación del equipo, e informen sobre su calificación en cuanto a consumo energético y a niveles de ruido o contaminación sonora).