El artículo de hoy lo dedicaremos a explicar paso a paso cómo dar mantenimiento a una caldera de gasoil Domusa. Si eres profesional o técnico del sector de la caldera, seguramente ya sabes que las calderas de gasoil o gasóleo requieren más mantenimiento. Esto por supuesto se debe al tipo de combustible y al mecanismo que combustión y expulsión que se requiere para extraer la energía calorífica del mismo. Lee este artículo hasta el final, porque vas a recibir todos los consejos necesarios para poner a punto la caldera de gasoil Domusa.
IMPORTANTE: Este tutorial está dirigido a los técnicos y profesionales del sector de la caldera y el quemador. De ningún modo estamos alentando a que sean los propios usuarios quienes desarmen y den mantenimiento a la caldera Domusa. El trabajo con aparatos domésticos que funcionan a presión y combustible, es delicado y puede ser peligroso.
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6 pasos para dar mantenimiento a una caldera de gasoil Domusa
El primerísimo paso antes de empezar a dar mantenimiento a una caldera de gasoil Domusa, es apagarla por completo, desenchufarla, y cerrar las llaves de paso de agua y de gasoil.
Lo recomendable es dar el mantenimiento integral a la caldera de gasoil justo antes del arribo de los meses de invierno. De este modo, cuando llegue el frío, la caldera estará funcionando a punto, no consumirá exceso de combustible, y no te dejará sin calefacción cuando más la necesitas.
A continuación te damos los pasos que debes seguir para realizar el mantenimiento a una caldera de gasoil Domusa. Estos pasos se pueden aplicar perfectamente a otras marcas de calderas de gasoil. Como en este artículo estamos refiriéndonos únicamente al mantenimiento anual de la caldera de gasoil, se excluye la revisión de la instalación.
Paso 1) Limpiar los conductos de humo
Antes de pasar a limpiar el interior de la cámara de combustión, es mejor limpiar la salida de humo de la cámara. De lo contrario, si limpiamos primero la cámara de combustión, la suciedad volverá a caer en ella cuando limpiemos la salida de humos.
Para acceder a la cámara de combustión y a la salida de humos, primeramente hay que retirar el quemador. Aflojamos su sujeción, retiramos el quemador y lo colocamos en un lugar seguro, a una distancia cercana que nos permita no tener que retirar los conductos de la instalación de gasoil.
Para limpiar la salida de humos, probablemente haya que usar algún hisopo o cepillo de metal, y luego recoger o aspirar los residuos que caigan hacia la cámara de combustión. Si se usa una aspiradora, mejor que sea una aspiradora dedicada a esto, o de lo contrario después será muy difícil limpiarla. Con frecuencia los residuos se recogen a mano, raspándolos y barriéndolos hacia un papel o algo semejante.
Paso 2) Limpiar y deshollinar el interior
Aquí se incluye principalmente limpiar, desempolvar y deshollinar la cámara de combustión, que es el área que más se ensucia con carboncillo, incrustaciones de grasa, cenizas y otros residuos. No obstante, no se excluye limpiar algunas otras zonas internas de la caldera que puedan estar sucias.
Para limpiar la cámara de combustión, también hay que separarla de la caldera. Una vez retirada, se procede a cepillarla con un cepillo y/o hisopo de metal. Además conviene usar un soplador de hollín, para remover y retirar los residuos. Para finalizar, se puede rociar amoniaco puro, dejarlo reposar, y finalmente terminar de limpiar el metal. Una vez limpia la cámara de combustión (y la salida de humos), se debe instalar nuevamente en la caldera.
Paso 3) Limpiar y regular el quemador
El quemador ya quedó retirado en el paso anterior. Ahora procedemos a limpiarlo. El tipo de combustible, es decir, el gasoil, determina no sólo que se necesite un quemador más complejo que el de gas, sino que además se produzcan más residuos de carboncillo, hollín, grasa, etc. Para limpiar el quemador se puede usar amoniaco puro. Se rocía el amoniaco dentro del quemador, se deja reposar, y luego se procede a retirar los residuos con papel o con un paño.
La regulación del quemador implica verificar y regular el tamaño y el color de la llama. Ambos parámetros garantizan que se esté realizando una mezcla equilibrada entre el gasóleo gasificado y el aire, lo que permite una buena eficiencia energética y extraer el máximo de energía calorífica al combustible. El correcto funcionamiento del quemador favorece que tanto la cámara de combustión como los inyectores se ensucien o tupan mucho menos.
La correcta limpieza de los componentes del quemador más cercanos a la llama (las boquillas o inyectores y los electrodos), determinan que le llegue la suficiente luz a la fotocélula. Esto es crucial para que la fotocélula detecte la presencia o ausencia de llama, y funcione correctamente en materia de los encendidos y apagados automáticos programados.
(Para más detalles sobre los temas tratados en este paso 3, ver nuestros artículos Cómo regular un quemador de gasoil Domusa paso a paso y La fotocélula del quemador de gasoil: qué es, cómo desmontarla y verificarla.)
Paso 4) Limpiar los inyectores
Los inyectores (también llamados boquillas o chiclés), son los que proyectan y sostienen la llama. Esto determina que se ensucien bastante, en especial si la mezcla de combustible y aire no está bien equilibrada.
Para limpiar los inyectores (incluidos sus respectivos filtros), se pueden sumergir en gasoil limpio durante un buen rato, o en gasolina o disolvente universal. Luego hay que limpiarlos con papel o un paño. Lo óptimo para que los inyectores queden más limpios es desarmarlos, y destupir su pequeñísimo agujero usando un destupidor especial. También se puede usar un hilo que tomemos de la cobertura de una manguera flexible o manguito.
Los inyectores se mantendrán más limpios si los filtros también lo están (ver el paso 5). No se descarta la posibilidad de tener que remplazar inyectores averiados o de diámetro erróneo. Los inyectores no suelen ser costosos, sino todo lo contrario. Por eso con frecuencia los técnicos los remplazan más que limpiarlos.
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Paso 5) Limpiar y alinear los electrodos
La suciedad y alineación incorrecta de los electrodos, suele ser motivo de numerosas averías en la caldera. Por eso es conveniente mantenerlos limpios y bien alineados, o incluso verificar si los electrodos están averiados y necesitan remplazo. Los electrodos se desmontan aflojando su tornillo, y se limpian con un paño empapado en amoniaco puro (limpiar también los cables de los electrodos). Si están muy sucios o con incrustaciones, se puede usar una lija fina sobre el metal. La alineación correcta de los electrodos vendrá indicada en el manual de la caldera Domusa.
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Paso 6) Limpiar los filtros
Como dijimos más arriba, si los filtros están limpios, los inyectores funcionarán mejor y el quemador y la cámara de combustión se ensuciarán menos. Los filtros suelen localizarse, uno entre el depósito de gasoil y la caldera, y uno en la bomba de combustible del quemador. (También los inyectores incluyen filtros, pero esos ya los vimos en el paso 3.) Los filtros se deben desarmar y limpiar con amoniaco puro.
Operaciones generales de mantenimiento preventivo según el R.I.T.E.
De manera general, el R.I.T.E. (Reglamento de las Instalaciones Térmicas en los Edificios) establece las pautas que deben seguir las operaciones de mantenimiento preventivo a instalaciones de calefacción y agua caliente sanitaria domésticas. Esto, advierte el propio R.I.T.E., no remplaza sino que complementa las indicaciones del fabricante del aparato. Las indicaciones son las que siguen:
- Revisión y limpieza del circuito de humos de calderas.
- Revisión y limpieza de conductos de humo y chimenea.
- Limpieza del quemador.
- Revisión del vaso de expansión.
- Revisión de los sistemas de tratamiento de agua.
- Revisión de estanqueidad de cierre entre el quemador y la caldera.
- Revisión de niveles de agua en los circuitos.
- Revisión del tarado de los elementos de seguridad.
- Revisión y limpieza de los filtros de agua.
- Revisión del sistema de preparación de ACS (limpieza de depósitos, purga, etc.)
- Revisión del estado del aislamiento térmico, en especial en instalaciones a la intemperie.
- Revisión del sistema de control automático.
- Revisión del estado de los captadores solares (limpieza, estado de cristales, juntas, absorbedor, carcasa y conexiones) y estructura y apoyos.
- Adopción de medidas contra sobrecalentamiento (tapado, vaciado de captadores, etc.)
- Purgado del campo de captación.
- Verificación del estado de la mezcla anticongelante (pH, grado de protección antihielo, etc.) y actuación del sistema de llenado.
- Revisión del estado del sistema de intercambio (limpieza, etc.)
(Puedes usar el enlace para acceder al texto del R.I.T.E. [Reglamento de las Instalaciones Térmicas en los Edificios], versión consolidada, en la página oficial del BOE [Boletín Oficial del Estado]).
Frecuencia de mantenimiento a la caldera de gasoil (según los técnicos)
La frecuencia de los mantenimientos a una caldera de gasoil o gasóleo va a depender del nivel de uso que se le dé a la caldera. Tomando en cuenta el criterio de uso como parámetro para el mantenimiento, algunos técnicos prefieren guiarse por la cantidad de litros de combustible gastados por la caldera, y no por la cantidad de tiempo transcurrido desde el mantenimiento anterior. En estos casos el criterio suele ser que cuando la caldera gaste aproximadamente 4000 litros de gasoil, ya necesita un mantenimiento.
No obstante (como veremos con detalle en el encabezado posterior a este), la normativa establece el mínimo de frecuencia de mantenimiento. Para el caso de las calderas de gasoil, el mantenimiento debe darse como mínimo una vez al año. Hay excepciones en que la caldera se mantiene limpia por años. Pero por regla general la caldera de gasoil se ensuciará más que la de gas. Hay técnicos que incluso prefieren dar 2 mantenimientos al año a la caldera de gasoil.
Frecuencia de mantenimiento a la caldera de gasoil (según el R.I.T.E.)
Como decíamos al inicio de este artículo y hemos reiterado a lo largo del mismo, las calderas de gasoil se ensucian más y requieren más mantenimiento que las de gas. Es algo que queda bien claro si analizamos el acápite del R.I.T.E. dedicado a la frecuencia de mantenimiento a las calderas. Si bien el mantenimiento a las calderas de gas es obligatorio cada 2 años como mínimo, el mantenimiento a calderas de gasoil es obligatoriamente una vez al año. En la mitad del tiempo una caldera de gasoil necesita que la revisen a fondo.
Por otra parte, la inspección completa de la instalación (lo cual incluye no sólo revisar la caldera sino además el contador de abonado, las tuberías, los grifos, llaves de paso, depósitos, etc.) debe realizarse cada 5 años en ambos casos, para calderas de gas y de gasoil. Esta clase de inspecciones las debe realizar la compañía instaladora de la caldera, aunque también se acepta que las realice alguna empresa homologada. No obstante, es el propietario de la caldera y la instalación quien debe velar por cumplir con estos calendarios de mantenimiento.
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