En el sector de las calderas industriales, existen diferentes tipos de mantenimiento, el preventivo, el predictivo y el correctivo. Las labores de revisión diaria están dentro de los cuidados preventivos y representan una parte del mantenimiento esencial, sobre todo cuando hablamos de grandes instalaciones. En estos entornos, las calderas y quemadores están sometidos a un trabajo muy exigente que requiere de un funcionamiento continuo. Por ello, es importante un análisis diario para asegurar que todos los componentes funcionan de manera correcta. Hay que recordar que un buen mantenimiento preventivo hará que cualquier problema se solucione lo antes posible y en las mejores condiciones.
Prevenir paradas innecesarias y problemas futuros
Un mantenimiento diario realizado por un profesional experimentado es fundamental de cara a evitar que la caldera industrial entre en paradas inesperadas y evitables. Si se realizan estas labores de revisión de manera correcta, se podrán prever averías futuras y evitar los tiempos muertos en los procesos productivos, que generarán un importante coste añadido más allá de la propia reparación.
Debemos tener en cuenta también que muchos componentes de quemadores y calderas industriales se fabrican fuera de España, lo que puede conllevar plazos de entrega muy largos por parte de los fabricantes. Si el técnico de mantenimiento realiza una buena previsión, conseguirá que la sala de calderas esté siempre en funcionamiento y se eviten pérdidas de tiempo innecesarias asociadas a las averías.
Reducir los costes de reparación y consumo
Un mantenimiento preventivo permite ahorrar dinero no solo en piezas de recambio y paradas de producción, sino también en el consumo de combustible. Está demostrado que aquellas calderas y quemadores industriales con una buena puesta a punto sufren un número mucho menor de averías, requieren de menos combustible y son más eficientes. Hay que recordar que la eficiencia energética es una parte muy importante del mantenimiento industrial y, si se realiza de manera correcta, puede conseguir un ahorro del 30% en el consumo de combustible.
Evitar las consecuencias de una caldera sucia o mal regulada
Una de las consecuencias de no realizar un mantenimiento diario es que la instalación esté mal regulada y eso puede significar averías, contaminación y un uso ineficiente del combustible. Un mantenimiento bien realizado incluye la regulación adecuada en la mezcla de aire y combustible del quemador, un correcto análisis de gases, el uso de piezas originales y una instalación que cumpla con los nuevos estándares energéticos de la Unión Europea. Todas estas actuaciones permitirán ahorrar gastos y conseguir una instalación eficiente, ya que un quemador y caldera industriales capaces de funcionar al 90%-95% de eficiencia, y no al 70%, supondrán un importante ahorro para la propiedad. Una cámara de combustión sucia o un quemador mal regulado son problemas que un buen técnico de mantenimiento debe saber solucionar mediante las revisiones preventivas.
Eliminar sorpresas desagradables y situaciones peligrosas
Además de las paradas innecesarias, las averías y el gasto asociado a una menor eficiencia, una caldera industrial que no cuente con un buen mantenimiento diario puede conllevar otros problemas muy graves como un alto nivel de contaminación e incluso peligros relacionados con la fuga de gases o de combustibles líquidos en las salas de calderas. Una caldera industrial mal mantenida puede llegar a ser un verdadero peligro para toda empresa, edificio o instalación en la que esté ubicada. Por todo ello, resulta esencial contar con profesionales experimentados, utilizar siempre piezas originales y establecer unas correctas labores diarias de mantenimiento que aseguren un funcionamiento continuo y eficiente de las calderas y quemadores industriales.