En este artículo vamos a analizar los problemas más comunes que se presentan en las calderas Domusa Sirena Mix Duo. Si tienes una caldera de este tipo, no te pierdas los consejos prácticos que estaremos dando para aprender a reconocer las averías y sus posibles soluciones. Conocer cómo funciona tu caldera te ayudará a comprenderla y te evitará estrés.
Siempre podrás saber cuándo se trata de un mal funcionamiento de rutina, o cuándo en cambio se trata de una avería más seria y es necesario buscar asistencia técnica. Al final te ofrecemos también el acceso a los repuestos para caldera Domusa disponibles en Suner.
Problema con el termostato en calderas Sirena Mix Duo
Un síntoma de este problema puede ser que, independientemente de la temperatura de confort que le programes a la caldera mediante el termostato, el agua de la caldera se mantiene a una temperatura que no fue la que indicaste.
No obstante, hay que empezar por tomar algo en cuenta. La caldera siempre se mantendrá a 60 °C aunque de momento no haya demanda de agua caliente en el hogar. Esto se diseña así para que, en el justo momento en que sí haya demanda, el usuario no tenga que esperar a que el agua se caliente.
Más allá de la situación normal descrita en el párrafo anterior, sí puede haber problemas con el termostato en calderas Sirena Mix Duo. Por ejemplo, si la bomba del agua caliente de la caldera no funciona, y por tanto ese nivel de calor no sale de la caldera, entonces el termostato de seguridad salta.
Es normal que el termostato de seguridad salte en esos casos. Pero hay que reparar o sustituir la bomba de agua caliente, que es lo que está provocando el problema.
Caldera Domusa Sirena Mix Duo FDe: Fallo en el ACS
Los fallos de ACS (Agua Caliente Sanitaria) de una caldera pueden manifestarse de diversas maneras y deberse a varias causas. Una de las formas de manifestarse es, por supuesto, que no funciona el agua caliente correctamente. Es decir, que la temperatura del agua en los grifos cuando los abres puede subir o bajar automáticamente de temperatura de forma aleatoria: abres el grifo, y el agua sale caliente, en segundos puede ponerse fría, y luego muy caliente, etc.
Esto se suele notar más en los servicios de ACS donde el grifo permanece abierto durante más tiempo. Por ejemplo, al tomar una ducha o al fregar la loza se nota más que cuando te lavas las manos durante algunos segundos. Es posible que en estos casos también notes que en el marcador de temperatura de la caldera, el número sube y baja bruscamente de una medida de temperatura a otra en cuestión de segundos.
Algunas causas de este mal funcionamiento en el ACS pueden ser, por ejemplo, averías o desajustes en la sonda de agua caliente, o que haya entrado aire en el circuito de calefacción/intercambiador de calor, y por ese motivo no se calienta bien el agua por defecto o por exceso. Con mayor frecuencia se trata de esto último. La solución está en sacar el aire usando para ello el purgador que se localiza dentro de la caldera. Púrgala y bájala hasta que esté en 1,5 bar.
Los radiadores no calientan
Si la caldera es marca Domusa (o incluso otras marcas), que los radiadores no estén calentando puede ser síntoma de presencia de aire en el sistema. Si fuera sólo esto, el problema se resolvería simplemente purgando los radiadores, empezando por el más cercano a la caldera. Pero el hecho de que los radiadores no calienten puede deberse también a otras causas. Por ejemplo:
- Problemas con el termostato que regula el ACS. En caso de que el problema esté en el termostato, puede ser cuestión de avería pero puede ser solamente que haya quedado mal instalado. Hay que recurrir a un técnico.
- Puede haber algún atasco o tupición que impida que el agua caliente circule y llegue bien a los radiadores. Puede ser éste el caso especialmente si algunos radiadores calientan y otros no. Si es así, no bastará con purgarlos, sino que hay que desatascar el sistema.
- Problemas con la bomba de ACS. La bomba de calefacción puede estar bloqueada y hay que desbloquearla. Es mejor no intentar usarla así. Hay que buscar la ayuda de un técnico o intentar desbloquearla tú. La bomba se desbloquea de la siguiente manera:
Usa un destornillador plano de paleta ancha y además usa guantes. En la bomba hallarás una especie de tornillo que en realidad es un tapón. Desatorníllalo y ponlo en un lugar seguro, donde no corras riesgo de extraviarlo. Introduce el destornillador plano e intenta hallar el eje del rotor (tiene ranura plana). Cuando logres enganchar el destornillador con el eje, dale algunas vueltas en sentido horario. Poco a poco sentirás que se suelta. Eso es bueno. A continuación coloca el tornillo tapón como estaba al inicio, y seca el agua que se haya salido. Este procedimiento debe haber desatascado la bomba. Si hay más de una bomba de calefacción en tu caldera, aplícale a la otra este mismo procedimiento.
A veces los problemas relacionados con que uno o varios radiadores no calienten, pueden surgir sólo al cambiar la caldera de modo verano a modo invierno.
El funcionamiento hace excesivo ruido
Normalmente las calderas modernas están diseñadas para hacer el menor ruido posible. Ello forma parte del confort del hogar. Por eso, cuando una caldera hace ruido más allá de lo normal, eso puede significar que tiene algún problema. También todo dependerá de la parte o componente que esté emitiendo el exceso de ruido.
Por ejemplo, pueden ser los radiadores. A veces cuando la caldera se detiene, puede ocurrir en los radiadores un sonido semejante a aire que silba, aunque el circuito como tal no contenga aire. El ruido puede hacer como un eco de un radiador a otro. Con frecuencia ocurre en la caldera Domusa Sirena Mix Duo HFD 30, que es la versión analógica (la digital es la Mix Duo HFD e). Especialmente hay ruido si cierras alguno de los radiadores porque no vas a usarlo.
En estos casos lo que puede estar ocurriendo es un exceso de velocidad de circulación del agua por los circuitos, y se soluciona al regular la velocidad de la bomba. De hecho, la velocidad de la bomba de calefacción se puede y se debe regular en función de la instalación de la vivienda y sus necesidades específicas (demanda de calor por metros y diámetros de tubería, cantidad de radiadores, etc.) Si es tu caso, y la tienes, por ejemplo, en potencia 9, bájala hasta potencia 6 y tal vez todo se resuelva.
Pero el ruido puede provenir de otros elementos del sistema de calefacción. Aquí te listamos brevemente algunas causas de ruido y cómo resolverlas:
- Sonido tipo vibratorio. Es uno de los sonidos más comunes y de solución más simple. Puede que algunos soportes o sujeciones estén flojos y haya que apretarlos o ajustarlos. Puede que también haya compartimentos abiertos que haya que cerrar.
- Sonido tipo zumbido. Es normal que la caldera zumbe un poco. Pero si se vuelve excesivo, puede deberse a una falla en el elemento calefactor del sistema.
- Sonido tipo golpeteo. Componentes mal ajustados o sueltos. Hay que sujetarlos o ajustarlos. También pueden haberse acumulado escombros en el intercambiador de calor. La solución sería realizar una descarga de energía.
- Sonido tipo gluglú. Puede deberse a presencia de aire real atrapado dentro del sistema, que puede provocar incluso que los radiadores no calienten bien. La solución es purgar los radiadores.
- Sonido tipo goteo. El sonido de gotas puede estar indicando que hay fugas en algún componente, ya sea por desgaste de este o porque la presión está demasiado elevada.
Se sube la presión sola en la caldera
Uno de los motivos más probables de que la caldera aumente la presión por sí sola es que el vaso de expansión esté averiado o se haya quedado sin aire. Debes comprobar cuál de estas dos cosas está ocurriendo. Para saberlo, presiona el obús. Si sale agua, eso indica que el vaso de expansión se ha roto, y debes sustituirlo por uno nuevo. Pero si, en cambio, al presionar el obús sale aire y no agua, eso significa que el vaso no está roto y sólo debes rellenarlo de aire. Para rellenarlo de aire debes hacer lo siguiente:
- Localiza el vaso de expansión. Arriba tiene una válvula con tapa, parecida a la de un neumático. Desenrosca la tapa y conecta la boca de un inflador (sirve uno de bicicleta, pero tiene que tener manómetro). Antes de insuflar aire en el vaso, quita la presión de agua del circuito de la caldera y déjalo en cero, con el desagüe abierto. Echa aire al vaso hasta que la presión llegue a 1,5 bar. Retira el inflador y pon la tapa a la válvula del vaso de expansión. Listo.
Si el problema es en el vaso de expansión, cuando sube la temperatura de la caldera subirá también la presión, pero al bajar la temperatura de la caldera bajará la presión. Sin embargo, otro problema posible puede ocurrir cuando se comunican el sistema primario (el agua caliente que circula por la caldera y los radiadores) y el sistema secundario (el agua caliente que va a los grifos).
Si es esto último lo que ocurre, entonces la presión tenderá a subir aunque la caldera esté en frío. O sea: en ningún momento baja la presión. En este caso, hay que detectar cuál elemento del sistema está comunicado. Puede ser el intercambiador de ACS, la llave de llenado, etc. La solución es sustituir el elemento que está averiado y que por eso permite la comunicación de los dos circuitos.
La caldera pierde presión
Los síntomas de una pérdida de presión en la caldera son evidentes. Lo puedes ver en la pizarra de la propia caldera: marca menos de sus habituales 1,2 bar. Luego añades agua nueva, la presión tal vez se equilibra, pero a pesar de eso muy pronto empieza a perder presión de nuevo. Tal vez aplicas otras medidas de rutina, como purgar los radiadores. Básicamente la pérdida de presión en una caldera suele tener uno de estos dos motivos:
- Alguna avería o mal funcionamiento ha provocado que la válvula de seguridad de calefacción de la caldera entre en acción y deje escapar la presión. En realidad es una medida inteligente que si hay alguna avería, la válvula de seguridad deje ir la presión. Esa es su función: dejar ir el exceso de presión y de ese modo evitar males mayores.
- La presión se escapa a través de alguna fuga, que puede localizarse lo mismo en la caldera que en la instalación, o en ambas. En dependencia del tamaño de la fuga, la presión bajará menos o más rápido. Mientras mayor es la fuga, más rápido es el descenso de la presión.
O sea, la pérdida de presión de la caldera, más que un problema, es un síntoma de alguna otra cosa. La solución de la pérdida de presión sería arreglar el problema que la provoca. En estos casos, sería cosa de arreglar la fuga que exista en la caldera o en la instalación, o detectar el motivo de que la válvula de seguridad se haya activado, y resolverlo.
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