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Válvula de solenoide

Escrito por Distribuciones Suner | 25/01/21 14:56

Funcionamiento en tu sistema de calefacción

La función de una válvula solenoide (también llamada electroválvula) es de la mayor importancia dentro de tu sistema de calefacción y agua caliente. Sin una válvula solenoide que funcione correctamente, a tu caldera o calentador le es imposible encender el quemador, lo que es lo mismo que decir que le es imposible funcionar. Aprende en este artículo todo lo referente a la válvula de solenoide: funcionamiento, estructura, tipología e importancia en tu sistema de calefacción.

¿Qué es y cómo funciona un solenoide?

Una válvula solenoide o electroválvula es un tipo de válvula que incorpora una bobina que tiene la función de controlar las posiciones de “abierta” y “cerrada” de dicha válvula. El solenoide es propiamente la bobina que se incorpora a la válvula. No debemos identificar al solenoide con la válvula solenoide completa, ya que el solenoide es sólo un componente de este tipo de válvula. El término correcto es “válvula solenoide” o “válvula de solenoide”, que sí son sinónimos de “electroválvula”. Pero técnicamente hablando, el solenoide es solamente el componente eléctrico o bobina que pone en acción a la válvula solenoide.

Qué es una válvula solenoide en calefacción

Para continuar, definamos qué significa el término válvula solenoide en calefacción. Más adelante hablaremos sobre la función de una válvula solenoide. Una válvula solenoide en calefacción es un dispositivo que se abre o se cierra para dar paso (o cerrarle el paso) al agua en el sistema, o al combustible líquido o gaseoso en el quemador de la caldera, o para aportarle estabilidad al combustible antes de mezclarse con aire y generar la combustión en el quemador.

Sin dudas podemos comparar la válvula solenoide con un interruptor de circuito, o mejor todavía: con un termostato, pero que en vez de reaccionar a la temperatura para abrir o cerrar el circuito, lo hace reaccionando al flujo del líquido o el gas.

Partes de una electroválvula o válvula de solenoide

Las partes de una electroválvula o válvula de solenoide son, básicamente:

  • Bobina solenoide: Es el componente eléctrico que controla la válvula. Si la válvula de solenoide tiene más de 2 vías (como veremos más adelante), todas ellas pueden estar controladas por un mismo solenoide.
  • Émbolo: El émbolo está hecho de acero magnético. Es la conexión mecánica entre la bobina solenoide y la aguja. Cuando el solenoide recibe energía se carga de una fuerza magnética que atrae al émbolo, que a su vez mueve a la aguja, dejando abiertas o cerradas las entradas y salidas de la válvula solenoide.
  • Aguja: Es accionada por el émbolo, y es la encargada de realizar la acción de apertura o cierre en la válvula. Incorpora un “asiento” de material sellante que garantiza un cierre hermético.
  • Entrada y Salida: Son las vías a través de las cuales el líquido o gas circula por la válvula solenoide. Como veremos en breve, las entradas y salidas pueden ser más de 2, según la válvula de solenoide sea de 2, 3 ó 4 vías.
  • Conexión eléctrica: Son los cables que aportan la alimentación de electricidad para que el solenoide pueda hacer su función.

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Sabiendo ya cuáles son las partes de una válvula solenoide, y que los términos “electroválvula” y “válvula solenoide” se refieren a lo mismo, podemos preguntarnos: ¿Cuál es el funcionamiento de una electroválvula? O: ¿Cuál es el funcionamiento de una válvula solenoide? La función de una válvula solenoide o electroválvula en una caldera (o cualquier equipo de calefacción) es tan sencilla como importante. Veamos esto con detalle.

Cuál es la función de una válvula solenoide en calefacción

El funcionamiento de una válvula solenoide en calefacción consiste en controlar automáticamente el flujo de líquidos o gases en diversas partes del equipo de calefacción o de la instalación, gracias a su capacidad de reaccionar de manera específica y controlable cuando un fluido atraviesa por su espacio vacío o cavidad.

La electroválvula se utiliza tanto en quemadores de gasoil como de gas. Según el diseño, la marca o el modelo de caldera, el quemador puede incluir 1 o más válvulas solenoides, cuya función más importante (si no se trata de una caldera o calentador “de paso”) será aportarle estabilidad al combustible justo antes de que pase a la boquilla o chicler del quemador. Siempre que hay tensión de combustible gaseoso o líquido, la válvula solenoide o electroválvula se abre y le da paso al combustible, y le aporta estabilidad. En cambio, cuando no hay tensión de combustible, la válvula solenoide permanece cerrada.

Por otra parte, en los llamados calentadores o calderas “de paso”, o sea, en los equipos generadores de agua caliente sanitaria instantánea, se usa también una válvula solenoide para activar el combustible mediante la acción del agua. Es el movimiento del agua cuando hay demanda de ACS lo que activa el solenoide que da paso al combustible para prender el quemador. La válvula solenoide es imprescindible en este sistema, ya que el combustible fluye solamente cuando se abre un grifo o una ducha.

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Tipos de válvulas solenoides

Normalmente una electroválvula es de “todo” o “nada”: o está abierta o está cerrada, sin términos medios. Por eso se dice que la electroválvula controla pero no regula. Regular implicaría tener la capacidad de abrir menos o más; pero no es el caso. De hecho, la tipología básica de las válvulas solenoides se basa en esto. Existen válvulas solenoides “normalmente abiertas” y “normalmente cerradas”:

  • Válvula solenoide normalmente abierta: Su posición “natural” es estar abierta, por lo que la acción del solenoide consistirá en cerrarla, hasta que vuelva a la normalidad de estar abierta.
  • Válvula solenoide normalmente cerrada: Su posición “natural” es estar cerrada, por lo que la acción del solenoide consistirá en abrirla, hasta que vuelva a la normalidad de estar cerrada.

Las válvulas solenoides también se clasifican según su cantidad de vías. Cada una de las vías de estas válvulas puede ser “normalmente abierta” o “normalmente cerrada”:

  • Válvulas solenoides de 2 vías: Estas son las válvulas solenoides más comunes. Diseñadas con 1 entrada y 1 salida, con el objetivo de controlar el flujo de líquido o gas a través de una sola línea.
  • Válvulas solenoides de 3 vías: Estas son una combinación de una válvula de 2 vías “normalmente cerrada” como salida, y 1 válvula “normalmente abierta” como entrada (las 3 vías comandadas por un solo solenoide). Su propósito es controlar el flujo a través de una línea que se divide en dos.
  • Válvulas solenoides de 4 vías: También llamadas “válvulas solenoides reversibles”. Son una combinación de 1 entrada y 3 salidas. Muy utilizadas para equipos capaces de dar servicios tanto de calefacción como de frío, lo que incluye inversión de ciclos a través de la misma instalación según cambian las necesidades de calor o de frío.

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Fallas de una válvula solenoide

Como cualquier otra pieza de la caldera, la válvula solenoide se puede averiar y provocar que de repente nos quedemos sin calefacción ni ACS. Por eso puede resultar importante saber cómo probar una válvula solenoide (de modo que se detecte si está averiada y hay que arreglarla o sustituirla por un buen recambio, o si en cambio funciona correctamente), o incluso es bueno saber otras soluciones relacionadas con la avería de esta pieza.

Problemas más básicos

Lo primero es cerciorarse de que la corriente esté llegando bien a la electroválvula, ya sea revisando que haya corriente en el sistema o viendo que la conexión de esta pieza esté bien hecha. Además hay que ver que no hayan ocurrido cortocircuitos.

¿Cómo probar una válvula solenoide?

Estas pruebas debe realizarlas un técnico cualificado, ya que las mediciones de los parámetros de la electroválvula se realizan con la pieza instalada y aplicándole voltaje:

  • Probar el muelle del émbolo: Si al aplicarle voltaje a la electroválvula el émbolo no acciona correctamente, puede tener el muelle estropeado, o puede estar mellado el émbolo mismo.
  • Probar el “asiento” de la aguja: Como dijimos antes, la aguja incluye un material sellante que cierra herméticamente la electroválvula. Si al aplicarle voltaje a la electroválvula el émbolo se mueve bien pero aun así la aguja no sella el paso, eso significa que el material sellante se ha dañado.
  • Probar la potencia del solenoide: Otra prueba posible es medir la potencia del solenoide. El solenoide de la válvula debe tener la potencia adecuada para mover el émbolo. De lo contrario, no tendrá fuerza suficiente para abrir o cerrar las vías de la válvula. 

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