Si te ha entrado agua en el depósito de gasoil, no te preocupes, que aquí te diremos cómo eliminarla. El agua puede acumularse en el gasoil por motivos naturales o artificiales. Hemos escrito este artículo especialmente para resolver la situación en casos como estos. Además de decirte cómo solucionar el problema, te daremos algunos consejos sobre cómo evitar que nuevamente entre agua en el depósito de gasoil.
Entrar en contacto con el agua es un problema para cualquier combustible líquido, no sólo para el gasoil. Por naturaleza el gasoil ya contiene agua, pero que por algún motivo le entre más, le trae problemas al equipo. A la larga el agua añadida daña el mecanismo de la caldera, porque crea lodos, oxidación y al eliminar la lubricación crea excesos de fricción.
Para saber qué hacer si hay agua en el depósito de gasoil, lo primero es obviamente aprender a detectar los síntomas. Sabes que hay agua en el depósito de gasoil cuando, por ejemplo, la caldera intenta arrancar y no lo logra, cuando miras una tubería transparente y notas que el líquido está marrón; y si revisas el filtro de gasoil, encuentras lodo y otros residuos. A veces los síntomas se hacen notables luego de que te rellenen el depósito, porque el agua del fondo se revuelve.
Un paliativo muy frecuente en estos casos es subir un poco la tubería para evitar que tome el gasoil del fondo. Pero, reiteramos, es un paliativo, que da por sentado que el agua va a permanecer en el fondo del depósito, con todos los inconvenientes que ello pueda traer en el futuro.
Una característica del gasoil es la de ser menos denso que el agua. Debido a esto el agua tiende a acumularse hacia el fondo del depósito. Esto facilita la extracción mediante el método de abrir alguna válvula de drenaje hasta que salga toda el agua (lo que se llama “hacer un sangrado”, tal como se hace en autos y motocicletas).
Algo que ayuda mucho son los aditivos anti emulsionantes, bactericidas y antialgas para gasoil, que además de decantar y separar el agua, la desemulsionan y evitan la formación de lodos. Una vez decantada, se puede eliminar por el método que sea.
Esta tal vez sea la solución más drástica y más efectiva. No tienes que tirar el gasoil. Quien te haga el trabajo puede trasvasarlo, filtrarlo y decantar el agua mediante aditivos químicos y eliminarla, y luego volver a ponerlo en el depósito ya limpio.
Una de las formas más comunes en que le cae agua al gasoil es la lluvia. Si tu depósito de gasoil está a la intemperie bajo la influencia de eventos del clima como lluvia o nieve, es posible que el agua en algún momento alcance el combustible.
La principal forma de evitar esto es poner el depósito bajo techo. De hecho, las normativas para depósitos de gasoil obligan a que el tanque esté protegido de la lluvia, del sol y de otras condiciones de intemperie.
Otra forma en que el agua entra en el gasoil es cuando el depósito no se está usando y no está totalmente lleno, es decir, cuando queda en la parte superior del tanque un espacio lo suficientemente grande como para que el aire contenido en él se condense y se precipite en forma de rocío.
Esto ocurre más si el depósito es de chapa, y puede empeorar si la acumulación de agua en el fondo (ya que como dijimos el agua es más densa que el gasoil) aumenta y se mantiene hasta el punto de que se forme lodo y proliferen bacterias y algas que tupan los conductos.
La solución para este problema es que, siempre que el depósito y la caldera no vayan a utilizarse durante un tiempo relativamente largo, es preferible que el depósito permanezca totalmente lleno de combustible, para evitar zonas superiores vacías en que se pueda condensar el agua y luego gotear sobre el gasoil.
Otra cosa importante es mantener el depósito perfectamente tapado y abrirlo lo menos posible, para de este modo evitar que entre el aire e incorpore mayores probabilidades de condensarse y precipitarse. En este sentido es importante que el depósito no tenga agujeros por oxidación u otros motivos, ya que por ahí también entra el aire. No obstante hay que añadir algún tipo de ventilación al depósito.
Pero es que a veces no se trata de que por descuido o por otra causa le haya caído agua al gasoil. De hecho puede tratarse de un gasoil de mala calidad, que ya venga con el agua. No es común el caso, pero no es imposible.
Y no necesariamente nos referimos a que un proveedor malicioso le añada agua al combustible para adulterarlo y obtener ganancias. Nos referimos a que el propio proveedor tenga grandes depósitos de gasoil, y que el agua, como ya hemos visto, se haya condensado en uno de ellos sin que se dé cuenta, por exceso de aire, por lluvia, por rocío, etc.
Lo mejor para evitar esto es que te asegures de tener un proveedor de gasoil que tome precauciones para que estos eventos no ocurran.