EN POCOS PASOS SENCILLOS Y PRÁCTICOS
Limpiar el quemador de tu caldera de gasoil es uno de los mantenimientos más sencillos y provechosos que puedas hacer. Te ayuda a evitar malos olores, alarga la vida útil de la caldera, reduce las facturas de combustible, y ayuda a que la combustión se realice correctamente y que haya menos emisiones de gases contaminantes a la atmósfera. Hoy te vamos a enseñar cómo limpiar un quemador de caldera de gasoil Domusa en varios pasos sencillos y prácticos.
Pasos para limpiar un quemador de caldera de gasoil Domusa
1. Pasos previos (preparación y seguridad)
- Retira la tapa o cobertura general externa de la caldera. Por lo general será muy sencilla de retirar.
- Apaga totalmente el equipo, e incluso desenchúfalo de la corriente para que tengas una mayor seguridad. El problema está en que si la toma o el conmutador de encendido y apagado de la caldera tuvieran algún falso contacto o algún cortocircuito, va a dar igual que apagues la caldera. Puede haber pases de corriente que te tomen por sorpresa. Así que mejor desenchúfala de la corriente de la casa.
- Cierra totalmente la alimentación de gasoil de la caldera. Esto es: cierra la llave que está en algún lugar de la línea que comunica el depósito de gasoil con la caldera, y además, es posible que debas cerrar el paso que une el latiguillo a la bomba de gasoil que inserta el combustible en el quemador, así como el latiguillo que trae el combustible de regreso a la bomba.
- Localiza la centralita y desconecta todos los componentes del quemador que están unidos a ella (fotocélula, transformador, turbina, etc.) Tal vez este paso no sea necesario para tu modelo de quemador.
2. Limpiando tu quemador
- Localiza el quemador y quita las tuercas para poder sacarlo de su nicho.
- Es posible que en ese momento notes que el cañón del quemador está cubierto de hollín, lo cual es señal suciedad, de falta de regulación en el quemador, de combustión incorrecta y de gran cantidad de gases contaminantes. Así que hay que proceder a darle una buena limpieza.
- Apoya tu quemador para que no haya peligro de que se caiga o se averíe mientras procedes a desmontar el cabezal de combustión. En algunos modelos no es necesario quitar por completo los tornillos. Con desenroscarlos un poco ya será suficiente para poder extraer el cabezal de combustión.
- Dentro del cabezal de combustión encontrarás los componentes principales que generan y controlan la llama: el disco estabilizador, los electrodos de encendido y la boquilla inyectora. Hay que desmontarlos para poder proceder a limpiarlos.
- Las herramientas más sencillas para limpiar un quemador de gasoil son: un paño limpio y el propio combustible gasoil de la caldera. Con esto es suficiente para que quede perfectamente limpio.
- Limpia también la zona exterior del cabezal o cañón de combustión. Y algo importante: no dejes de limpiar o destupir el pequeño agujero que se encuentra en el disco estabilizador, a través del cual la fotocélula detecta la llama en el quemador.
3. Para terminar: vuelve a poner todo como estaba
Vuelve a colocar el cabezal de combustión en su sitio. Aquí tienes algunos parámetros convencionales:
- El agujero del disco estabilizador debe quedar alineado con la fotocélula.
- El disco estabilizador debe quedar a aproximadamente 5 mm por delante de la boquilla pulverizadora.
- Los electrodos deben quedar a unos 4 mm uno respecto del otro (sin tocar el disco estabilizador) y a 1 ó 2 mm por delante de la boquilla.
Cuando todo esté montado, debes poner el quemador en su sitio, colocar la tapa, conectar y encender la caldera, y comprobar que todo esté funcionando correctamente.
Un detalle a tomar en cuenta. Como has visto, para limpiar el quemador en la zona del cabezal de combustión, has tenido que desmontar sus componentes. Esto significa que los componentes habrán perdido la alineación exacta que tenían, especialmente los electrodos, el disco estabilizador, la boquilla, la alineación del agujero para detección de llama, etc.
Algunos de estos parámetros son convencionales, pero otros no: requieren de los datos del manual del fabricante de tu equipo. Si todos estos componentes no están a la distancia que indica el fabricante, el quemador simplemente no podrá funcionar bien, la llama no será estable, el proceso de combustión no podrá funcionar bien, la mezcla gasoil/aire no será exacta, y el quemador gastará más combustible de la cuenta sin generar suficiente calor.
Todo esto significa que si no sabes exactamente cómo armar un cabezal de combustión de quemador, lo mejor es que recurras a un técnico cualificado. Él sabrá cómo hacerlo bien. Desarmar el quemador de tu caldera no es especialmente difícil, pero armarlo nuevamente sí requiere de varios conocimientos técnicos.
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En la mayoría de los casos, te será suficiente con limpiar y darle un buen mantenimiento al quemador de tu caldera Domusa. Notarás como después de la limpieza o el mantenimiento la llama se equilibra, se acaban los excesos de humos en la chimenea, y la factura de combustible vuelve a la normalidad.
Sin embargo, hay ocasiones en que realmente el problema está en que algún componente del quemador se ha averiado. En estos casos necesitarás recambios. Aquí ponemos a tu disposición todos los recambios marca Domusa a la venta en Suner:
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Cómo saber si tu quemador está sucio y necesita una limpieza
El quemador de una caldera de gasoil es seguramente el lugar donde ocurren la mayoría de los procesos que pueden generar suciedad. Entre los componentes de la caldera que requieren un mantenimiento obligatorio anual, el quemador se encuentra en un lugar especial.
Posiblemente con el mantenimiento anual ya sea suficiente para que el quemador se mantenga funcionando correctamente. Pero a veces por algún motivo no ocurre así, el quemador se ensucia, y hay que adelantar el mantenimiento.
Los motivos de suciedad pueden ser muy diversos: desde una mala regulación de la mezcla entre combustible y aire hasta la baja calidad o impureza del gasoil. Pero ¿cómo saber si tu quemador ya está necesitando una limpieza? Veamos algunos datos que te pueden sugerir esto:
- Suciedad visible: Notas que el quemador de tu caldera está visiblemente sucio.
- Exceso de humo y hollín: Descubres que el quemador despide exceso de hollín, o que el humo de la chimenea es abundante y de olor y color fuertes. Un poco de hollín es normal en cualquier quemador de gasoil, pero cuando hay exceso eso es señal de necesidad de limpieza.
- Llama demasiado grande: Cuando el quemador está encendido, emite llamas demasiado grandes, hasta el punto de que puedan salirse por las rejillas. Esto puede deberse a que la potencia de encendido está demasiado alta, pero puede deberse simplemente a suciedad en el quemador.
- Llama demasiado pequeña: Cuando el quemador está encendido, tiene una llama demasiado baja, que casi no se nota ni produce calor.
- Sonidos extraños: Una caldera puede emitir ruidos de diversos tipos, unos normales y otros como resultado de mal funcionamiento o averías. Cuando el mal funcionamiento se debe al quemador sucio, la caldera puede hacer ruidos semejantes a pequeñas explosiones, y en ocasiones serán como pitidos.
- Fotocélula sucia: Si notas que tu quemador logra producir llama, pero en pocos segundos se apaga, es probable que esto se deba a que la fotocélula del quemador está sucia. Es ella la que se encarga de detectar que hay llama, pero si no funciona, la centralita carecerá de esta información y el quemador no podrá funcionar correctamente. La fotocélula se limpia de la manera más sencilla, usando simplemente un paño limpio para retirar la suciedad de la zona fotosensible.
Si notas cualquiera de estos síntomas, es mejor hacerle mantenimiento y limpieza al quemador. Si esto no se hace a tiempo, pueden ocurrir averías más serias que una simple suciedad, o puede haber un consumo excesivo de combustible debido a la mala configuración de la mezcla de combustible y aire, además de que puede haber deterioro progresivo del equipo, mayores gastos de combustible, y mayor cantidad de emisiones de gases contaminantes al medio ambiente. De hecho, un quemador sucio o mal configurado puede llegar a constituir un peligro para el lugar en donde está emplazado.
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