En 6 pasos simples
Cambiar de gas natural a butano puede tener ventajas, como pronto veremos. Por ejemplo, tu calefacción comenzará a resultar menos costosa, gracias a que el butano es más eficiente, o sea: genera más calor con la misma cantidad de combustible. Pero cambiar de gas natural a butano es un paso que lleva cumplir con ciertos detalles y normas, para que todo marche bien. La buena noticia es que no tienes que cambiar de caldera. En este artículo aclararemos varias cuestiones sobre el cambio de gas natural a butano, tales como la diferencia entre inyectores de gas natural y gas butano, si es distinto cambiar un calentador de gas natural a butano que hacerlo con una caldera, y otros muchos puntos interesantes.
Entre las ventajas de cambiar de gas natural a butano (y también a propano, el otro de los llamados GLP o gases licuados de petróleo) tenemos:
COMBUSTIBLE |
PODER CALORÍFICO SUPERIOR (calor generado por cada kg) |
Gas natural |
11,70 kWh/kg |
Gasoil |
12,24 kWh/kg |
Gas butano |
13,79 kWh/kg |
Gas propano |
13,97 kWh/kg |
Básicamente no hay casi nada que impida conectar un equipo de calefacción de gas natural a gas licuado del petróleo. Si se trata de un calentador, la clave está en cambiar los inyectores del calentador de gas natural a butano, además de cambiar el chiclé de la llama piloto. Los mismos pasos y ventajas se cumplen para cambiar el calentador de gas natural a butano o para cambiar una caldera.
Este cambio se hace con el objetivo de adaptarlo todo al hecho de que el butano se envasa con mayor presión (30 g/cm2) que el gas natural (20 g/cm2). Hay que comprar el kit de inyectores adecuado para eso, según tu tipo de caldera y de quemador.
La diferencia entre inyectores de gas natural y gas butano (tanto en calderas como en calentadores) está en el diámetro de sus agujeros. La necesidad de un inyector u otro se basa en calcular su potencia en función de su forma, presión de inyección y tipo de gas. Lo mejor es que pongas esta cuestión en manos de un técnico cualificado.
Para finalizar, abrir la llave de gas y comprobar si todo ha quedado bien.
Las implicaciones ecológicas al cambiar de gas natural a butano son básicamente que, al cambiar a un gas más eficiente y con mayor poder calorífico, se genera igual calor con menos combustible, y al reducirse el consumo de combustible se reducen también las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.
Algo relacionado con este tema es que algunas personas se preguntan lo contrario. “Con las nuevas normativas para la calefacción, ¿me pueden obligar a cambiar de propano a gas natural, o de butano a gas natural?” La duda se deriva del hecho de que el gas natural tiene algunas ventajas:
Pero en general estas ventajas no implican que las nuevas normativas puedan obligar a cambiar de propano a gas natural, ni de butano a gas natural. Las desventajas principales del gas natural tienen mucho peso: produce GEI (gases de efecto invernadero) e implica comercio con terceros países lejanos y transportación desde grandes distancias (con todos los gastos, contaminación y riesgos que ello implica), ya que en España escasea este tipo de combustible.
El tipo de gas que debe usar la calefacción no está directamente reglamentado en las nuevas normativas españolas (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios, conocido por sus siglas: R.I.T.E.) ni europeas (Directiva ErP y Directiva ELD). Se establecen parámetros de límites de emisiones de gases contaminantes, pero no en cuanto a tipo de combustible, y ni siquiera en cuanto a tipo de tecnología; si bien hay que decir que prácticamente la fabricación queda limitada a equipos estancos de condensación y bajo NOx, y queda fuera la tecnología de equipos atmosféricos, porque contaminan en exceso y no son eficientes en cuanto a uso del combustible.
Otro punto importante es que en España sigue habiendo mayor disponibilidad de GLP (butano y propano) que de gas natural, por lo que difícilmente se pueda exigir el cambio de GLP a gas natural, principalmente a los que ya lo usan. Las obligaciones de las nuevas normativas están enfocadas más bien en las nuevas instalaciones de calefacción y ACS. Quienes ya tengan en uso equipos de otros combustibles o de otras tecnologías, no están obligados a sustituirlos. No obstante, hay Comunidades Autónomas (Comunidad Valenciana y Comunidad de Madrid) que subvencionan el cambio de GLP a gas natural.
Además, específicamente para el propano, hay que tomar en cuenta que en algunas regiones (por ejemplo, donde las temperaturas bajan a menos de cero y abundan las nevadas) el combustible gaseoso más recomendable es el propano, gracias a que resiste las heladas sin congelarse ni dejar de fluir desde el depósito.
Es decir, la respuesta para la pregunta “¿me pueden obligar a cambiar de propano a gas natural?” es no, salvo que se trate de una nueva instalación de calefacción o ACS que implique alguna necesidad muy especial, impensable en la inmensa mayoría de los casos.
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Nuestra empresa es respetuosa con el medio ambiente y facilita cualquier adaptación que permita que las calderas y calentadores aprovechen mejor el combustible y emitan menos gases contaminantes al medio ambiente, sin que eso implique menoscabo del confort térmico dentro de los hogares.