¡Hazlo tú mismo!
Saber cómo reparar un radiador en casa es la mar de útil, sobre todo si se te avería durante una de esas olas de frío que son de respetar. Si no tienes los radiadores funcionando a punto, da igual que la caldera funcione perfectamente: no tendrás calefacción. Por eso síguenos a lo largo de este artículo, en que te hablaremos de las más comunes fallas del radiador de calefacción y de cómo repararlas tú mismo en casa.
Hay muchos tipos de radiadores. Los tradicionales suelen ser de hierro fundido, pero también los hay de chapa o de aluminio, materiales idóneos para la radiación de calor. Para comprender mejor las averías del radiador de calefacción y cómo repararlas, nos convendrá también conocer sus partes:
Algunas fallas de radiador de calefacción se pueden remediar casi con mantenimiento o purga, pero otras necesitan una sustitución de al menos una llave, detentor o racor, y en el peor de los casos habrá que sustituir el panel del radiador, o incluso cambiar el radiador completo. Las fallas del radiador de calefacción más típicas suelen ser:
A veces el radiador gotea, y ello se puede paliar un tiempo colocando un recipiente debajo de la gotera. Pero por supuesto que llega un momento en que eso no da más: el recipiente se llena y se desborda sin que te des cuenta, o los niños tropiezan con él y lo derraman, o se hace una marca permanente debajo del recipiente que estropea tu bonito suelo con el óxido del radiador...
De veras llega un momento en que necesitas solucionarlo. Y la cosa tiene solución. Lo que debe de estar ocurriendo es que alguna llave o racor de unión estén defectuosos y tienen esa pequeña fuga. El lugar de fuga ya lo tendrás detectado, y sólo queda dar el paso de repararlo, o sea, sustituir la pieza o llave que tiene fuga:
La zona exacta de la fuga presentará óxido, así que, como recomendación secundaria y estética, aunque no menos importante, te decimos que puedes lijar suavemente la zona con una lija fina, y retocarla con algún esmalte adecuado, previamente aplicando algún anticorrosivo. Otra solución sería sustituir también la pieza oxidada.
Si lo que tiene fuga son los tubos o paneles del radiador (lo que por lo general incluye óxido y zonas dañadas, especialmente en las uniones entre racores y radiador), entonces quizás debas sustituir el panel del radiador.
Para ello, sigue el tutorial del punto anterior, y sólo debes añadir el paso de desmontar el radiador viejo y montar el nuevo. (Los racores de la izquierda del radiador suelen ser de rosca inversa.)
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Cuando abres la calefacción y el radiador hace sonidos metálicos y ruidos extraños, es síntoma de que necesitas purgar los radiadores, o incluso purgar la caldera y el sistema. Sigue nuestros tutoriales para purgar (tienes los enlaces al final de este artículo).
Cuando el último, los últimos o algunos de los radiadores se calientan sólo hasta la mitad, esto puede deberse a problemas de caudal, exactamente a la regulación de los detentores o llaves de salida de los radiadores. Hay quien dice que esto es normal y no tiene remedio, pero la verdad es que sí tiene.
La solución es aplicarle más o menos el mismo grado de apertura a todos los detentores. Primero, apaga la calefacción de la caldera, y luego cierra completamente el detentor de cada radiador. Luego ábrelos uno a uno con la misma apertura. Media vuelta en cada uno está bien para empezar.
Ahora enciende la calefacción, y comprueba si cada radiador llega hasta la temperatura adecuada, y si todos tienen más o menos la misma temperatura. Si no están lo suficientemente calientes o parejos, aplica entonces una vuelta entera a los detentores. Y así ve probando hasta que todos calienten lo suficiente y estén parejos.
Toda pieza o componente a través de los cuales circule agua regularmente, en especial agua caliente, son propensos a tupirse debido a las calcificaciones y acumulaciones minerales normales del agua. Cuando esto ocurre, el agua llega caliente a la llave de entrada del radiador, pero el radiador de todos modos no calienta. La solución es limpiar el radiador: