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Tutorial para reparar la válvula de tres vías de una caldera

Escrito por Distribuciones Suner | 27/05/21 16:28

Saber cómo reparar una válvula de tres vías de caldera te puede salvar el día. Como seguro ya sabes, cuando la válvula de 3 vías está averiada, las instalaciones de calefacción y ACS se comunican, y lo mismo pueden calentarse los radiadores con la calefacción apagada, que salir el agua casi fría por los grifos cuando hay demanda de agua caliente. Es por eso que en este artículo te vamos a explicar, paso a paso y de manera sencilla, cómo reparar una válvula de tres vías de caldera, para que la calefacción y el ACS vuelvan a estar en orden lo más pronto posible.

¿Qué es y cómo funciona una válvula de 3 vías?

Una válvula de 3 vías (también llamada válvula desviadora, o simplemente V3V) es justamente lo que dice su nombre: una válvula que tiene 3 entradas/salidas, y que se especializa en manejar fluidos distintos, ya sea para combinarlos o para mantenerlos separados según convenga a la instalación específica en que esté colocada.

Las válvulas de 3 vías forman parte de la familia de las llamadas válvulas multivías, que pueden tener 2, 3, 4 ó más vías. Normalmente el funcionamiento de las válvulas de tres vías es automático, y son muy utilizadas en calefacción y climatización.

Tienen un componente hidráulico, pero también un componente eléctrico que es el que controla el funcionamiento. Para esto la válvula se suele combinar con solenoides o servomotores, que se encargan de manejar automáticamente las entradas y salidas.

En cuanto a tipología de válvulas de 3 vías, las hay de varios tipos. Por ejemplo: 

  • Mezcladoras: Combinan los fluidos de dos entradas y los dirigen a una sola salida.
  • Partidoras: Separan los fluidos de una entrada hacia dos salidas.

Antes de reparar la válvula de tres vías de una caldera: cómo saber si falla

Para saber si necesitamos reparar la válvula de tres vías de una caldera, lo primero, por supuesto, es saber si está averiada. Hay varios síntomas o indicios de que la V3V está averiada. Estos síntomas son:

a) Tubos de calefacción calientes cuando abrimos el ACS

La comprobación más sencilla de que hay problemas con la V3V, es apagar la calefacción y esperar a que se enfríe. A continuación encendemos el agua caliente sanitaria pero no la calefacción. Si el tubo de ida desde la caldera hacia los radiadores se calienta, es señal de que la válvula de 3 vías está averiada.

b) Radiadores calientes con la calefacción apagada

Cuando encendemos el agua caliente sanitaria, los radiadores se calientan aunque la calefacción esté apagada. Esto ocurre porque la válvula de 3 vías tiene como función manejar por separado la instalación de calefacción y la instalación de agua caliente sanitaria. Si se avería esta válvula, dichas instalaciones entran en contacto, o como se dice, “se comunican” y se ponen en conflicto. Esto puede ocurrir incluso si la válvula de 3 vías se queda un mínimo abierta.

c) El agua caliente no sale caliente sino tibia

Que el agua caliente no alcance la temperatura seleccionada, ocurre también como consecuencia de que los circuitos de calefacción y ACS estén comunicados. Como una buena parte del poder calorífico se escapa hacia el circuito de calefacción, el agua caliente sale tibia por los grifos y duchas, o puede que incluso nos sorprenda al ponerse fría de repente mientras nos duchamos.

d) Hay agua caliente pero no calefacción aunque se encienda

Esto sucede cuando la válvula de 3 vías en función desviadora se queda atascada en la función de agua caliente, y aunque haya demanda de calefacción, dirige el agua caliente hacia los grifos y duchas en vez de hacia los radiadores.

e) Hay que tener la calefacción encendida para que haya ACS

Es el caso opuesto al anterior. La válvula de 3 vías en función desviadora se quedó atascada en función de calefacción. Si han llegado las estaciones en que dejamos la calefacción apagada, y notas que no tienes agua caliente a menos que enciendas también la calefacción, eso probablemente significa que la válvula de tres vías está averiada.

¿Vale la pena reparar la válvula de tres vías de una caldera?

Obviamente, si sabemos que reparar una pieza de la caldera le va a aportar un tiempo considerable de vida útil, valdrá la pena continuar usándola en vez de gastar dinero en una nueva. Pero no siempre vale la pena reparar.

Las válvulas de 3 vías son piezas de precisión, con engranajes sensibles y propensos a endurecerse, agarrotarse o atascarse, a veces considerablemente, hasta el punto de que incluso intentando mover el engranaje con la mano no lo conseguimos.

En dependencia del nivel de endurecimiento o atasque, las válvulas de 3 vías se podrán reparar o no. Muchas veces el camino más directo de resolver problemas de válvulas de 3 vías es reemplazarlas por repuestos nuevos. No obstante, ahora vamos a intentar repararlas.

Dos formas de reparar la válvula de tres vías de la caldera 

Las válvulas de 3 vías son muy semejantes entre sí, sin que importe demasiado la marca de la caldera. Por eso este tutorial te va a servir lo mismo para reparar una válvula de tres vías de una caldera Saunier Duval, como de una Chaffoteaux, Ferroli, Junkers, Immergas, etc.

1. Comprobar si hay problemas en el servomotor de la V3V

Cabe la posibilidad de que la válvula de tres vías funcione mal por motivos ajenos a sí misma. Por ejemplo, puede ser que la tarjeta electrónica esté averiada, y que sea ella la responsable del mal funcionamiento de la válvula de 3 vías. Esto lo sabremos realizando primero comprobaciones y descartando posibilidades.

Por eso es que en este paso inicial para reparar la válvula de tres vías de la caldera, lo primero será comprobar si el servomotor de la válvula está bien o si se ha averiado. Más allá de los síntomas que ya vimos, que indicaban que la válvula de 3 vías podría estar averiada, la forma más directa de saberlo es comprobando la parte eléctrica (el servomotor) de la válvula de 3 vías mediante un polímetro o multímetro, sea digital o analógico.

Para comprobar el servomotor, lo mejor es desmontarlo de la válvula pero sin desconectarlo de la corriente. Una vez que lo hemos desmontado y lo mantenemos conectado, pedimos a alguien que abra un grifo de agua caliente en la casa. Si al abrir un grifo el vástago del servomotor se mueve, éste no tiene problemas; y si no se mueve, es que está averiado, o que no le está llegando la corriente.

Entonces sí corresponde desconectar el servomotor y medir con un polímetro si le llega la corriente (que debe de ser de 220 V). Si le llega, en efecto, es el servo el que está averiado. Si no le llega, la placa electrónica no está mandando bien la señal (habrá que repararla o reemplazarla), o los cables tienen problemas y hay que revisarlos.

Si la avería está solamente en el servomotor y no en la parte hidráulica de la válvula de 3 vías, el problema no es tan grave. El repuesto para el servomotor podemos adquirirlo y reemplazar el averiado. El servomotor tiene la función de desviar el agua hacia un lado o hacia el otro según corresponda, y puede estropearse por el uso normal (cuando llega al final de su tiempo de vida), o cuando recibe algún golpe, etc. 

Al reemplazar el servomotor que trabaja en conjunto con la válvula de tres vías, si ese era el problema, realmente la válvula puede quedar como nueva.

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2. Lubricación para reparar la válvula de tres vías de la caldera

Una parte importante a la hora de reparar la válvula de tres vías de la caldera, es la lubricación. La válvula de tres vías, como hemos dicho, se puede agarrotar o quedar atascada en su parte hidráulica. A veces, antes de recurrir a sustituirla, podemos, o bien dar unos golpecitos a la parte hidráulica de la válvula (esto en ocasiones la pone a funcionar perfectamente), o bien desmontarla, abrirla y lubricarla para devolverle su movilidad. 

Para reparar la válvula de tres vías de la caldera por medio de la lubricación, se pueden poner en práctica los siguientes pasos:

  1. Vaciar de agua la caldera. Para desmontar la válvula de 3 vías, primero hay que vaciar de agua la caldera, para lo cual previamente hay que cerrar los circuitos de calefacción y de agua caliente sanitaria (de ida y de retorno), así como desenchufar la caldera de la electricidad. Abre la llave de vaciado (no uses para esto la válvula de seguridad, porque se estropea) o la llave de purga si la hay, y vacía todo el contenido de agua.
  2. Acceder a la válvula de 3 vías. Sírvete del manual de uso de la caldera para saber cómo retirar la tapa frontal del equipo y acceder a la válvula de tres vías. En el diagrama de la caldera en el manual aparecerá también la posición de la válvula de 3 vías.
  3. Desmontar la válvula de 3 vías. Ahora corresponde desmontar la V3V. Lo primero es quitar una lengüeta que mantiene unido el servomotor o accionador (la parte eléctrica de la válvula) a la parte hidráulica. Al quitar la lengüeta, ya podemos retirar el servomotor y ponerlo a un lado (no es necesario desconectarlo). Luego, con una llave inglesa, desenroscamos la válvula de 3 vías en sentido antihorario hasta que se libere. Aunque hayamos vaciado de agua la caldera, siempre queda algo de agua, así que antes de retirar la válvula, lo mejor es poner debajo algún recipiente que recoja el líquido que salga.
  4. Comprobar si es mejor lubricar o reemplazar. Una vez que tenemos la válvula en la mano, podremos ver que en el centro tiene un vástago con muelle (que es el mecanismo que el servomotor mueve para realizar las acciones de la válvula). En este caso, el vástago estará rígido, atascado o agarrotado, y por eso debemos proceder a darle un breve mantenimiento, que nos permitirá saber si la lubricación será suficiente, o si lo mejor será adquirir y colocar una válvula de 3 vías nueva. El mantenimiento consiste en accionar el mecanismo una y otra vez usando para ello alguna herramienta alargada. Si poco a poco el mecanismo se mueve, aunque sea con trabajo, valdrá la pena lubricar. Si no se mueve en absoluto, posiblemente lo mejor sea reemplazar la válvula. 
  5. Lubricar el vástago de la válvula. Si poco a poco el mecanismo de la válvula empezó a moverse, entonces de momento la válvula no está de baja, y vale la pena lubricar el mecanismo. Toma un poco de lubricante (preferiblemente que sea lubricante de fontanería, pero si no, usa el lubricante que tengas a mano, incluso grasa para rodamientos), y pónselo al vástago y al mecanismo mientras los mueves para que absorban bien. Debes notar que el mecanismo cada vez se suaviza más. No dejes de poner lubricante en la punta extrema del vástago, que aparece cuando presionas el mecanismo, y en la rosca de la válvula y su junta de goma. Una vez que el vástago y el mecanismo queden bien lubricados, toma un paño o papel y limpia el lubricante sobrante.
  6. Colocar la válvula de 3 vías en su sitio. Una vez que la válvula ha quedado bien lubricada y sin remanentes visibles de lubricante, corresponde ponerla en su lugar. Realizamos el procedimiento inverso a cuando la retiramos. Enroscamos en sentido horario, primero con la mano y luego con una llave inglesa. Colocamos el servomotor, la lengüeta y la tapa externa de la caldera, y comprobamos si ya los circuitos de ACS y calefacción ya no están comunicados. Si es así, el trabajo ha quedado perfecto.

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