Si te has preguntado: ¿Qué pasa si no hago la revisión del gas?, en este artículo encontrarás todas las respuestas. No hacer la revisión del gas tiene varias implicaciones (legales y domésticas) que aquí veremos con detalle. La revisión de gas es importante por motivos de seguridad para el ser humano y para el medio ambiente. Lee el artículo hasta el final, porque hallarás muchas informaciones valiosas para ti y para tu familia.
El objetivo de la revisión de gas es inspeccionar el estado de las instalaciones y los equipos que funcionan con este combustible tan inflamable. De este modo se garantiza:
Algo importante que hay que saber es que hacer la revisión del gas es obligatorio. Así queda estipulado, de forma general, en varias normativas españolas, tales como el R.I.T.E. (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios) y el Real Decreto 1428/1992 (por el que se dictan las disposiciones de aplicación de la Directiva del Consejo de las Comunidades Europeas 90/936/CEE sobre aparatos de gas).
Pero la revisión queda especialmente establecida en el Real Decreto 919/2006, que estipula que cada 5 años es obligatorio realizar una revisión de toda instalación de gas en el territorio español.
Así puede leerse en el Decreto, dentro del acápite «Mantenimiento de las instalaciones receptoras. Inspecciones y revisiones»:
“El titular de la instalación o en su defecto los usuarios, serán los responsables del mantenimiento, conservación, explotación y buen uso de la instalación... Cada cinco años, y dentro del año natural de vencimiento de este periodo desde la fecha de puesta en servicio de la instalación o, en su caso, desde la última inspección periódica, las empresas instaladoras de gas habilitadas o los distribuidores de gases combustibles por canalización deberán efectuar una inspección de las instalaciones receptoras de los usuarios, repercutiéndoles el coste de la misma”. (Real Decreto 919/2006, subrayado nuestro.)
Cuando la instalación de gas ha pasado satisfactoriamente la revisión, se emite a su favor un Certificado de inspección, que dictamina si la instalación revisada cumple o no con los parámetros del R.I.T.E. Esta certificación avala que el titular o los usuarios de la instalación la han puesto a disposición de la revisión por parte de los órganos competentes de su Comunidad Autónoma.
Ahora bien, en respuesta a la pregunta de: ¿Qué pasa si no hago la revisión del gas?, hay que decir que al no hacer la revisión del gas incurres en un incumplimiento de la ley, lo que puede tener básicamente dos consecuencias:
La revisión de las instalaciones de gas tiene como objetivo garantizar la seguridad de los usuarios del gas y de las instalaciones mismas, así como velar por que se cumplan los planes de reducción de emisiones de gases contaminantes a la atmósfera. Es por ello que, si no existe un certificado de inspección que avale que la instalación se ha revisado, en casos de accidentes el seguro no se hace cargo de las consecuencias.
De hecho, hacer la revisión del gas debería formar parte de los mantenimientos de rigor que hay que dar a la caldera y a la instalación de calefacción y agua caliente sanitaria. Las normativas de mantenimiento a calderas e instalaciones de gas, establecen que es obligatorio hacer mantenimientos como estos por lo menos cada 2 años.
Sin embargo, no hay que confundir el mantenimiento anual preventivo que se la da la caldera, con la revisión quinquenal de la instalación de gas.
El R.I.T.E. establece los parámetros que deben inspeccionarse durante una revisión de gas. Por su parte, acerca de qué partes de la instalación se deben inspeccionar durante la revisión del gas, establece el Real Decreto 919/2006:
“En instalaciones de hasta 70 kW de potencia instalada, la inspección comprenderá desde la llave de usuario hasta los aparatos de gas, incluidos estos. En instalaciones centralizadas de calefacción e instalaciones de más de 70 kW de potencia instalada, la inspección comprenderá desde la llave de edificio hasta la conexión de los aparatos de gas, excluidos estos”. (Real Decreto 919/2006.)
La revisión de gas, por supuesto, incluye a la caldera, pero no se circunscribe a ella. También se revisan:
El propio R.I.T.E. establece también una meticulosa clasificación de los tipos de defectos de las instalaciones que no logren pasar la inspección. Además se establecen los plazos de tiempo en que estas deficiencias deben quedar resueltas, ya sea para someter la instalación a una nueva revisión o para finalmente emitirle su Certificado de inspección.
Las clasificaciones son 3: Aceptable para instalaciones sin defectos graves, Condicionada para instalaciones con un defecto grave y uno leve sin resolver desde inspecciones anteriores, y Negativa para instalaciones con defectos muy graves, que requieren de corte de suministro de gas hasta que se resuelvan.