Los muebles para tapar calderas de gas (también llamados armarios o cabinas para calderas) suelen ser de gran importancia en ciertas instalaciones. Esto en realidad se cumple para cualquier caldera, pero especialmente para calderas que se encuentran a la intemperie o a la semi intemperie. A veces, por cuestiones estéticas o de falta de espacio, las familias deciden instalar su caldera en algún lugar de la casa que no queda del todo bajo techo, y esto tiene algunos detalles que hay que tomar en cuenta. Si es tu caso o el de algunos de tus clientes, este artículo está escrito para ti y te va a ser muy útil.
Veamos ahora únicamente las ventajas de los muebles para tapar calderas de gas, que son varias. En un acápite posterior analizaremos las desventajas y cómo solucionarlas. Téngase en cuenta que lo que aquí estamos denominando “muebles para tapar calderas de gas” no necesariamente tiene que cubrir por completo la caldera, sino que puede perfectamente adaptarse al diseño, a la estética, al espacio disponible y a las características de cada instalación, de modo que no cubra del todo a la caldera. Esto lo retomaremos más adelante.
La primera ventaja de los muebles para tapar calderas de gas es muy evidente: la protección del equipo. Cualquier caldera, pero en especial las que se instalan a la intemperie (patios, jardines, etc.) o a la semi intemperie (terrazas, balcones, pasillos, etc.), quedará bien protegida de las inclemencias del clima y del tiempo, siempre que se emplace dentro de muebles para tapar calderas de gas.
Pero esto también se puede cumplir en instalaciones interiores. Los muebles para tapar calderas de gas, en especial si cuentan con puertas, ayudan a proteger el equipo contra ralladuras, suciedades, golpes, y todo tipo de eventos que pueden ocurrir durante su uso cotidiano normal. A fin de cuentas, por lo general las calderas se emplazan dentro de espacios tan utilizados y transitados como la terraza, el balcón, los pasillos, el garaje o la cocina, que al muchas veces ser lugares de servicio y no de ocio, incluyen el uso de herramientas cortantes, punzantes o de impacto que podrían dañar a la caldera si está desprotegida.
El diseño contemporáneo de calderas ha evolucionado mucho. Casi cualquier caldera actual (o al menos las que ofertan en el mercado las principales marcas del sector) ha dejado de ser un artefacto metálico enorme, ruidoso y antiestético. Las marcas se han ocupado de convertir sus productos en equipos elegantes, silenciosos, atractivos y fáciles de mantener limpios, ya sea que estén emplazados en la pared (calderas murales) o en el suelo (calderas de pie).
Sin embargo, lo anterior no quita que una caldera sea siempre un aparato metálico de tamaño bastante notable, con algún nivel de ruido por poco que sea, y que en cierta medida puede interrumpir o afectar el decorado de una cocina, de una sala, de una terraza, etc. Todo esto puede solucionarse con un mueble adecuado en que emplazar la caldera.
Por ejemplo, si tu cocina está diseñada dentro del estilo llamado “cocina integral”, según el cual todos los muebles de la cocina siguen una misma pauta de diseño, entonces el mueble para tapar la caldera puede seguir la misma línea de decoración, y será como integrarlo estéticamente a la cocina. Para ello se puede elegir la ubicación y la posición que tendrá el mueble de la caldera, pero además se pueden elegir el color, el diseño, el tamaño, el estilo, el material, etc.
Y si en cambio tu cocina no sigue ningún estilo en específico de decoración, el mueble para tapar la caldera simplemente desaparecerá el aparato de la vista, lo ocultará o lo camuflará, de modo que lucirá como un elemento más del mobiliario de la cocina. No necesariamente los muebles para tapar calderas de gas tienen que cubrirlas por completo. A veces bastará con que ayuden a que el equipo de calefacción se incorpore a la decoración general.
Comoquiera que los muebles para tapar calderas de gas son una cuestión bastante común hoy en día, ya hay fabricantes que los producen y los venden hechos con acabados bastante buenos. Esto trae la versatilidad a los muebles para tapar calderas de gas. Se pueden encontrar ya realizados y prediseñados en el mercado, pero se pueden diseñar y fabricar según las necesidades de cada caso.
Gracias a esto es posible adaptar el mueble o la caseta al espacio donde va a estar, ya sea en términos de dimensiones más o menos amplias o reducidas, a las características de la instalación (salidas y entradas por encima o por debajo, salidas de humo de tiro forzado o de tiro natural, etc.)
De este modo, y según las necesidades o posibilidades, los muebles para tapar calderas de gas pueden tener o no tener puerta, tener o no tener techo o tapa superior, contar o no contar con fondo o base, o incluir recursos que permitan sacar de la vista las tuberías de agua y de gas, para que no resulten dañadas por golpes.
Tal vez, tomando en cuenta el encabezamiento anterior, podamos creer que los muebles para tapar calderas de gas tienen solamente ventajas. Pero no es así, porque nada en la vida tiene sólo ventajas, y hay que aprender a vivir con ello. Los muebles para tapar calderas de gas también tienen algunas desventajas, que hay que superar. Veamos estas desventajas, así como el modo de solucionarlas.
Una caldera de gas es un equipo que funciona con una sustancia en estado gaseoso altamente combustible, que sostiene una llama dentro de una cámara de combustión. La mayoría de los riesgos de este tipo de aparatos se han superado poco a poco gracias a las calderas de tecnología estanca, que aíslan la cámara de combustión y la mantienen herméticamente cerrada, sin contacto alguno con el aire de la habitación en que está emplazado el equipo. Estas calderas incluyen ventilación interna forzada por turbinas que, mediante tubos, toman desde el exterior el aire para la combustión, al mismo tiempo que expulsan los humos resultantes de la combustión directamente hacia el exterior.
Es por eso que las nuevas normativas de diseño ecológico han estipulado el uso de calderas estancas, calderas de condensación y de bajo NOx, así como han prohibido la instalación de calderas atmosféricas, o al menos han regulado de manera muy específica su uso, en especial si están combinadas con otros equipos y accesorios dentro de la cocina. Este tipo de tecnologías podrían llevarnos a creer que los muebles para tapar calderas de gas de este tipo pueden permanecer herméticamente cerrados.
Sin embargo, si la caldera (sobre todo si es atmosférica, pero también si es estanca o de condensación) queda totalmente cubierta por un mueble, ello puede impedir la ventilación, lo cual es un peligro en casos de fugas de gas. Por muy leve que sea una fuga de gas, es sólo cuestión de que transcurra algún tiempo para que el combustible se acumule peligrosamente, y pueda estallar o generar incendios si se llegara a encender alguna chispa lo suficientemente cerca.
Es importante que sobre todo el instalador de la caldera tenga conciencia de estas desventajas de los muebles para tapar calderas de gas. La familia puede inicialmente no llegar a tener conciencia de estas desventajas, o incluso peligros. Por eso los muebles para tapar calderas de gas no deben quedar herméticamente cerrados, y tampoco deben tener fuentes de ignición cerca, tales como interruptores de luz, magnetos de encendido de equipos, o incluso quemadores de cocina.
Todo armario, en especial los muebles para tapar calderas de gas (que van a contener un equipo generando agua caliente mediante llama), tienden a sobrecalentarse y a tener todo tipo de excesos de calor. Esto se debe básicamente a la ausencia de circulación interna de aire. Así ocurre especialmente en muebles totalmente cerrados, aunque en alguna medida puede cumplirse en muebles parcialmente abiertos.
Para evitar estas desventajas de los muebles para tapar calderas de gas, los especialistas y las normativas recomiendan dejar siempre cierta distancia entre las paredes del mueble y las del equipo, y practicar algunas aberturas en las paredes del mueble. Es decir, se recomienda que el mueble sea al menos 10 centímetros más amplio que la caldera, y que el equipo tenga por donde “respirar” e intercambiar ventilación con el exterior.
Cumpliendo con lo anterior, se garantiza que al aire circule, y que el calor generado por el aparato no se acumule. Esto garantiza una más larga vida útil para el equipo, y aumenta la seguridad de la familia al evitar los riesgos normales relacionados con utilizar un equipo de presión y combustible altamente inflamable dentro de la casa.
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